Opinion | 06 Ago Un nuevo capítulo del conflicto entre israelíes y palestinos en el Medio Oriente lamentablemente se plantea una vez más como una escalada de ataques y represalias, contraataques y acusaciones mutuas que siguen echando leña al fuego, en el marco de un antagonismo de siglos que lamentablemente no ha podido dilucidarse con manifestación de buena voluntad de ninguna de las partes.
Muy lamentable, porque día a día se siguen perdiendo y sacrificando vidas sin ningún sentido, y por el contrario, siguen endureciéndose las posiciones mientras a la vez a nivel mundial también se suceden las declaraciones y las posturas que por regla general pretenden llamar a las partes a la tregua y al diálogo, pero con resultados negativos.
En estas posiciones divididas de la opinión pública mundial, pero condenatorias de la violencia de las partes, ha surgido una postura del gobierno de José Mujica que carga las tintas contra Israel, al punto que el presidente uruguayo consideró como “genocida” las acciones de este país en la Franja de Gaza, alineada con la postura que ha puesto de relieve la Cancillería encabezada por Luis Almagro. “Cuando se bombardean hospitales, niños y viejos, me parece que es un genocidio”, dijo Mujica en las últimas horas, olvidándose que tan condenable como estos actos son los bombardeos con misiles provenientes de los terroristas de Hamás contra objetivos civiles del lado israelí.
Por cierto que es de lamentar profundamente las muertes de niños, mujeres y todas las víctimas civiles que se están dando en la Franja de Gaza, con ataque a poblaciones civiles, con el drama de enfrentamientos que generan mucho dolor, y que sin dudas son promovidos por fundamentalistas y acciones terroristas, con el uso de la fuerza como medio para imponer situaciones de hecho.
Debe tenerse presente que en el caso del estado judío, desde su creación por las Naciones Unidas en 1948, ha sufrido el hostigamiento y hasta guerras de naciones y grupos árabes, entre los cuales los palestinos, con respuesta militar que llegaron a prolongarse varios meses. Sin embargo, en forma permanente, tras la ocupación de la Franja de Gaza, resistida por los palestinos, se ha pretendido crear una zona más o menos neutral entre las dos fronteras, pero con el ingrediente adicional del grupo terrorista Hamás, que sistemáticamente ataca las posiciones judías.
Difícilmente pueda establecerse con precisión quien lanza la primera piedra --o misil-- en cada pico de confrontación, pero por cierto Hamás, como grupo terrorista, tiene una guerra jurada contra Israel, y no puede “jugar” a ser inocente de la crueldad de la confrontación, que parece es lo que considera la Cancillería uruguaya. Por lo tanto, lo que corresponde es un llamado a un cese al fuego, en lo posible con la intervención de la ONU, y que se busquen mecanismos de diálogo y de negociación entre las partes.