Opinion | 04 Ago Según Unicef Uruguay, el 98,4% de los recién nacidos son amamantados con leche materna y un 65% recibe leche materna de manera exclusiva hasta los seis meses. En niños de 12 a 15 meses, el porcentaje de niños lactantes decae a 45% y se reduce a 27% en niños de 20 a 23 meses.
Esos datos corresponden a 2013 y son anteriores a la aprobación en octubre pasado, de la Ley 19.161 que regula la licencia por maternidad, paternidad y cuidados, en tanto la falta de un respaldo en este sentido era una de las críticas extendidas a la campaña que encabezó Natalia Oreiro.
Según datos del Ministerio de Trabajo, entre el 25 de noviembre de 2013 y mediados de julio se solicitaron 10.307 nuevas licencias por maternidad en la actividad privada, 3.600 pidieron medio horario y 100 hombres reclamaron alternar este medio horario con sus parejas.
Durante el lanzamiento de la 22º Semana Mundial de la Lactancia Materna, bajo el eslógan “Un triunfo para toda la vida”, las autoridades ministeriales destacaron un aumento del 10% en la tasa de lactancia exclusiva hasta los seis meses y en los últimos años resaltan otro aspecto relevante como la donación a los bancos de leche.
Los equipos de salud, a través de la promoción y divulgación de buenas prácticas, han logrado ingresar el mensaje en las comunidades y convocar –con dispar resultado-- a la responsabilidad de las vacunaciones, mejoras en la nutrición y un adecuado control del embarazo, si estima que también son aspectos que reducen de manera considerable la mortalidad infantil o nacimientos prematuros.
Según el último censo correspondiente a 2011, los nacimientos en Uruguay se redujeron a 47.000 anuales, luego de un estancamiento de la curva poblacional que hasta 2005 señalaba el nacimiento de 52.000 niños por año y la cantidad de fallecidos no ha variado, ubicándose en 31.000 por año.
Estos datos significan que la población objetivo está al alcance de la mano y exponer sobre hábitos saludables ha sido una tarea satisfactoria de los referentes comunitarios. Ahora se deberá complementar con el convencimiento de que un adecuado control del embarazo disminuye los mismos riesgos que se tratan de prevenir con la lactancia, en tanto el 40% de las embarazadas que se atiende en ASSE no lo cumple.
No obstante, el compromiso de lograr buenos resultados será en primera instancia de los usuarios que deberán asumir sus responsabilidades en una cadena que continuará con el aporte y proyección de los servicios de salud y sociales para concluir convencidos que una buena salud es “Un triunfo para toda la vida”.