Paysandú, Lunes 11 de Agosto de 2014
Locales | 07 Ago El pasado 1º de agosto entró en vigencia la rebaja de IVA para compras que no utilicen dinero en efectivo en el marco de la denominada Ley de Inclusión Financiera. En esta primera etapa, para las tarjetas de débito y dinero electrónico la rebaja será de 4 puntos de IVA entre el 1º de agosto y el 31 de julio de 2015, de 3 puntos de IVA entre el 1º de agosto de 2015 y el 31 de julio de 2016 y de 2 puntos de IVA del 1° de agosto de 2016 en adelante.
Para las tarjetas de crédito, la reducción será de 2 puntos de IVA entre el 1º de agosto y el 31 de julio de 2015, de 1 punto de IVA entre el 1º de agosto de 2015 y el 31 de julio de 2016 y sin reducción en adelante. Esto será igual si la compra es contado o a crédito.
El contador Adolfo Verocay explicó que “los objetivos de la Ley de Inclusión Financiera o de bancarización es promover que toda la población acceda a servicios financieros y pago de transacciones a través de medios electrónicos que conduciría a una baja en la evasión, porque obviamente habrá mayores controles. Al sacar el efectivo de las calles, también habrá una mejor seguridad”.
Para el asesor, “los objetivos son compartibles en su totalidad, pero habrá que ver cómo se instrumenta. La ley cuenta con más de ochenta artículos, de los cuales se reglamentaron solamente dos que están relacionados a la rebaja del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y esto no pasó únicamente con esta ley, sino con otras reformas importantes como la tributaria o de la salud, que se reglamentaron en fechas muy cercanas a su instrumentación”. Según Verocay, “complica la gestión en general de las empresas u organismos que intervienen y no da mucho tiempo para que se pueda empezar a trabajar sin mayores complicaciones”.
Las primeras consultas recibidas parten del descuento del impuesto. “No es un 4%, sino 4 puntos de IVA que es algo más de un 3% sobre el valor final de la factura para ventas gravadas con IVA” y aclaró que “se realiza a ventas menores a $11.413 o 4.000 Unidades Indexadas (UI) por compras consideradas individualmente y no por un tope al mes”.
Señaló que “con tarjetas de crédito tiene un descuento de dos puntos de IVA a las compras cuyo valor sea menor a $ 11.413 y con las tarjetas de débito se realiza una rebaja mayor. O sea, aplica 4 puntos de rebaja en las compras hasta $11.413 y por encima de ese valor, será de dos puntos de IVA”, recalcó. El contador sostuvo que se divulgaron los beneficios de esta primera etapa de la ley, pero no se han reglamentado nuevos mecanismos como el dinero electrónico o la billetera electrónica. “Seguramente sean tarjetas con algún chip, donde un usuario cobrará en dinero virtual y todos los meses la empresa para la cual trabaja acreditará el sueldo en esa tarjeta o billetera electrónica”, añadió. A través de este sistema podrá pagar en los comercios porque “se trata de una tarjeta de débito un poco más sofisticada, con la cual concurrirá a los cajeros automáticos. Esto requiere una regulación del Banco Central que no ha salido y demorará, incluso existen seis meses de plazo para establecer la obligatoriedad de cobrar por cajero automático”.
Verocay puntualizó que en la actualidad un usuario “puede elegir pero no está reglamentado, es decir, las empresas no están obligadas a abrir una cuenta a sus empleados. El plazo se extenderá a unos dos o tres años para que la totalidad de los trabajadores cobre por cajeros” y recordó que “hay trabajadores que no quieren saber nada con esta medida, pero eso implica también un cambio cultural que será beneficioso y saludable”. No obstante, reconoció que estos dos o tres años para procesar esa transición es un tiempo “escaso”.
SÍ, CONTROLA
La Cámara Nacional de Comercio y Servicio criticó la ley y dijo que le permite al gobierno actuar como el “Gran Hermano”, en tanto el ministro de Economía, Mario Bergara, negó tal posibilidad tras argumentar que esta medida servirá de control para las empresas y no para las personas físicas. “Personalmente creo que sí, porque las compras que se hagan con tarjetas de débito o crédito están asociadas a un número de cédula. El Estado y la DGI tienen información de las tarjetas de crédito, con lo cual podrán controlar”, consignó. Sin embargo, el asesor subrayó que se desconoce “si utilizará esa información. Actualmente es verdad que la DGI ha avanzado ampliamente sobre el control de las personas con las cuotas de los colegios o en clubes deportivos, que están obligados a informar de quienes pagan determinados importes porque eso significa que si pagan mucho dinero es porque cuentan con una capacidad contributiva importante. Es por esa vía que realizan sus controles y a la larga sumará información en ese sentido”.
LOS JUBILADOS
la ley prevé un plazo de adecuación de hasta tres años para que los jubilados y pensionistas bancaricen sus prestaciones. Es así que las nuevas jubilaciones tienen que ingresar al sistema, pero existe una dificultad adicional para los adultos mayores, quienes deberán aprender acerca del ingreso del PIN. “Quedan un poco expuestos si no cuentan con un manejo suficiente de la tecnología”, apuntó. El profesional consultado reiteró que “en tres años se ampliará a quienes cobren cualquier tipo de prestaciones, Asignaciones Familiares, subsidios por enfermedad o maternidad, rentas o pensiones por discapacidad”.
ALQUILERES Y OTROS
La ley obligará a pagar alquileres a través de las cuentas bancarias. “En los contratos de alquileres nuevos que se firmaron el 19 de mayo ya tiene que aparecer una cuenta bancaria para depositar el dinero. Si no está esa cuenta bancaria no se puede ejecutar judicialmente, hay multas de tres meses de alquiler y los honorarios profesionales se deberán hacer a través de instrumento de pagos electrónicos”.
“A esto se suman las operaciones de compra-venta de inmuebles y autos nuevos o usados, con el llamado al control de los escribanos para que el negocio no sea nulo”, informó. Esas ventas que se cierran por valores importantes deberán pasar por cuentas bancarias como un mecanismo de formalización.
Por otro lado, el contador reconoció que “los cheques --a la larga-- tenderán a desaparecer, salvo el cheque diferido. Incluso se establece que se puede seguir utilizando el cheque común en forma transitoria, por un plazo definido y el algunos casos”. Se utilizará la transferencia bancaria, letras de cambio que son cheques con fondos debitados de la cuenta o diferidos no a la orden, agregó.
COMERCIOS CHICOS
Verocay reconoció que los comercios pequeños no suelen trabajar con tarjetas “y eso se presenta como una de las dificultades que ya preveían las cámaras empresariales para los almacenes o kioscos. El gobierno instrumentó un programa de acceso con beneficios fiscales para que el costo de arrendamiento de los POS sea accesible a los comercios”.
Explicó que de acuerdo a un asesor ministerial, “se han duplicado la cantidad de POS en los comercios, pero falta muchísimo y en estos tres años tendrá que haber una especie de revolución en ese sentido”.
El asesor ejemplificó la situación planteada, con casos reales. “Imaginemos a un empleado rural de la zona de Piedras Coloradas --donde no hay un cajero automático-- que trabaja para una de las empresas importantes y que debe viajar a Paysandú a retirar su sueldo de los cajeros del Banco República. A eso le sumamos que hay pocos cajeros en el centro y en las redes de pago, que no permiten retirar más de $ 10.000 o $ 20.000. Entonces, deberán otorgar más cajeros aunque la idea es que la gente no vaya a retirar plata, sino que utilice directamente una tarjeta de débito. Por tanto, tendrá que haber una mayor cantidad de almacenes y empresas que acepten ese beneficio”.
COMPLICACIONES
La norma dice que el trabajador puede elegir el lugar donde cobrar y en la actualidad hay al menos media docena de bancos. “Una empresa que tenga diez empleados, deberá realizar los depósitos o transferencias en seis o siete lugares diferentes a fin de mes y no hablemos de cuando aparezcan las billeteras electrónicas”, recordó.
La gestión de pagos de sueldos puede llegar a complicarse un poco más “y aunque existen quienes dicen que el conteo hoy se hace en forma manual, es verdad que tampoco hay una disponibilidad a realizar esas transferencias a otros bancos a través de Internet con costos razonables. Una transferencia bancaria por Internet de unos $ 5.000 cuesta actualmente entre $ 300 y $ 400. Incluso las micro y pequeñas empresas que tienen una cuenta para sus reservas deberán cambiar su forma de trabajar”, resaltó.
CÓMO FACTURAR
Verocay explicó otro aspecto consultado acerca de la facturación. “Cuando se pasa la tarjeta por el POS, pregunta si descuenta IVA. Si lo hace --porque es solamente para el consumidor final y no para las empresas-- se pone la opción. Se debe cargar el número de la factura y facturar de la forma que lo hace siempre. En el vaucher de la tarjeta aparece el descuento que corresponde”, concluyó.
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