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Paysandú, Lunes 11 de Agosto de 2014

Investigacion en la eemac

Parideras permiten garantizar la vida a corderos que nacen de a dos o tres ejemplares por vez

Rurales | 07 Ago Procurando demostrar que de forma sencilla es posible garantizar el bienestar de las ovejas que paren de a dos o tres corderos por vez y así permitir que nazcan sin problemas y en un cálido ambiente, el grupo de Ovinos y Lanas de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, que dirige el ingeniero agrónomo Gianni Bianchi, ha instalado una paridera que permite destacar a las madres prolíficas dentro de la majada y obtener el mayor número de corderos.
“Esto viene de la mano con la primera etapa que fue hacer los cruzamientos, no solo con producir más carne y que crezcan los corderos más rápido, sino procurar tener más madres prolíficas que den mayor número de corderos, que es una de las limitantes que tiene el país en cualquier sistema que quiera producir corderos”, sostuvo Bianchi a EL TELEGRAFO.
Indicó que el desafío cuando se desea obtener muchos corderos “es que estos animales sobrevivan. Si bien es un sistema bastante controlado, no solamente por ser una estación experimental, sino por su área mejorada y abrigada, el paso siguiente cuando tenés ovejas que paren dos o tres corderos es tratar que exista un vínculo madre-hijo muy bueno, sobre todo en las primeras 48 o 72 horas, que es cuando se juega la sobrevivencia de ese cordero”.
En el caso de los vientres que están en las parideras, el 50% pare dos corderos, el 20% tres corderos, y el restante 30% un cordero solo, “lo que nos permite tener una tasa de señalada al destete del 150%, más del doble de lo que se obtiene comercialmente en el país”. Son ovejas encarneradas en marzo con parición de agosto, llega a febrero con dos corderos terminados en 40 kilos cada uno, y en 11 meses esa oveja duplica su peso y además da un vellón de buena calidad, sobre todo las cruzas con Merino con vellones que oscilan en 24 micras, de color blanco y buena resistencia, porque en general comen bien”.
Aprovechando la infraestructura de los galpones de la Eemac, cercano a los bretes, se utilizó una de las paredes del galpón y se recurrió a nylon de silos, barejones de eucaliptos y cañas de tacuara, atadas con alambre, “haciéndose unas parideras bastante sencillas”, puntualizó el profesional.
Se utilizaron cuatro metros cuadrados por oveja, “aunque podría haber utilizado la mitad”, aclara. “La idea es encerrarlas una semana antes de la fecha probable de parto, para lo cual es muy importante conocer con exactitud la fecha, la cual se conoce no solo por haber sido inseminadas, sino también porque el repaso fue a campo, los carneros están marcados y sabemos con razonable exactitud cual es la semana probable de parto de las ovejas”.
Esto permite tener un control del proceso, “algo que veníamos insistiendo hace bastante tiempo, y conocer con razonable grado de exactitud cuando va a parir la oveja”, dijo Bianchi.
Durante los días en que la oveja está en la paridera, consume granos, sobre todo energía para vientres que tienen más de un cordero, “lo que permite mejorar y aumentar la cantidad de calostro, y que el cordero cuando nazca no tenga problemas de sobrevivencia y no tenga problemas en tomar la cantidad y calidad de calostro”.
El profesional explicó que “el calostro tiene una consistencia como la miel, si uno le da energía mediante la alimentación a la oveja, hace que sea más diluido, menos viscoso, y eso facilita que el cordero lo saque –lo que es muy importante--, fundamentalmente en corderos mellizos o trillizos que son de menor tamaño y peso, por lo que se considera trascendental en las primeras horas de vida, no solo por la inmunidad sino por la vitalidad que la brinda al cordero y favorece el vínculo madre e hijo”.
Después que permanecen dos a tres días encerrados, se larga a la madre con los corderos, “siendo muy difícil que el cordero muera o la madre lo abandone, porque en el período crucial --las primeras 24 a 48 horas-- el cordero está encerrado y en buenas condiciones”.
Acotó que “es muy importante contar con personal adecuado, y en este caso no solo trabaja el personal de la Eemac, Ignacio Arévalo, Julio Bentancur y Jesús Rasquín, sino además el zooctenista brasileño Sergio Carvalho, que está realizando en Paysandú el posdoctorado de la Universidad de Santa María, Río Grande do Sul, quien efectúa la supervisación técnica”.

MÁS CARNE
Si se pretende producir más carne, Bianchi sostiene que los corderos “no solo tienen que crecer rápido, sino fundamentalmente tener muchos corderos. Para esto hay que generarlos y asegurarme que sobrevivan”. En el caso de la investigación que se realiza actualmente, las madres son todas media sangre o tres cuarto Finnish Landrasse (raza prolífica que introdujo el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria hace unos 5 años). “Nosotros desarrollamos un proyecto durante tres años, en donde la evaluamos en predios de productores del departamento de Salto y en la Eemac, con resultados muy buenos”, acotó.
En la Eemac hay un rebaño comercial cruza Finnish por Merino, algunas cruzas con Corriedale –mayoría media sangre--, aclarando que no se utilizan las puras porque son como conejos y darían cuatro o cinco corderos y ahí sería muy difícil la supervivencia de todos”.
Respecto a los carneros utilizados, son Dorper, “raza de pelo que por segundo año se está utilizando con resultados muy alentadores, no tanto porque se destaquen sobre otras cruzas que estamos utilizando, como Southdown o Poll Dorset, sino que por lo general el Dorper es una raza de origen Sudafricano con condiciones climáticas muy diferentes a las nuestras y muy utilizados en climas tropicales, adaptándose muy bien en la Eemac”. Agregó que “los corderos obtienen ganancias diarias de 250 a 280 gramos por día hasta el destete, y de ahí en adelante, pastoreándose con soja en forma restringida y grano en el encierro, oscilan en 120 a 140 gramos diarios, y no dan más porque estamos destetando con casi 30 kilos a los corderos y ya empiezan a depositar grasa, porque es una raza precoz”.

SENCILLO
Sobre el trabajo que se viene desarrollando, dijo que para el productor “es muy sencillo porque ni siquiera debe salir al campo. A las ovejas las tiene al lado de la casa y simplemente debe hacer hincapié en la comida”.
“Aquí le brindamos tres veces por día, pero puede ser dos, a las 8 y después a las 14 o 15 horas. También un poco de agua, pero acá le estamos dando alfalfa que es verde y no es muy necesario”, sostuvo Bianchi.
Subrayó la importancia del trabajo en la encarnerada, “porque hoy sabemos cuando van a parir estas ovejas. Estamos atentos a cuando la oveja expulse esos corderos y más nada. Solo cada tres días hay que cambiar las camas por la contaminación con las heces y la orina, pero después, más nada”.


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