Locales | 05 Ago “Es un tema que no me sorprende, pero igualmente me provoca una mezcla de dolor e impotencia”, sostuvo la edila Nair Benítez al referirse a actitudes de su bancada que ella considera “son discriminación y violencia psicológica”, dado que no se le informó que iba a ser suplantada en la Comisión de Asuntos Internos y Relaciones Públicas de la Junta Departamental.
Al comenzar su planteo agradeció al edil Daniel Arcieri que “comenzó con la reestructura de esta Junta y a Silvano Baiz, quien nos brindó todo el respaldo para trabajar en ello. Trabajamos y cumplimos con ese cometido porque a través de concursos abiertos logramos tener los más calificados funcionarios y también por concurso fueron otorgados los ascensos con la seriedad y garantía para quienes ya estaban trabajando (en la Junta)”. Aseguró la edila que “en ese tiempo trabajé en comisión con los mejores compañeros de mi Partido Nacional, los ediles Héctor Beceiro y Bartolo Silva, así como también con los ediles Luis Lopardo del Frente Amplio y Didier Bernardoni del Partido Colorado. Hoy dejo de integrar dicha comisión sin previo aviso porque han entrado a tallar intereses mezquinos que no deberían priMar en estos tiempos ya que vivimos en democracia. ¡Pero claro, hay seres que no han perdido esas viejas costumbres que provienen tal vez de la Junta de Vecinos! Tal vez quien está detrás de todo esto es un individuo que está sangrando por la herida, por esa banca que usted está ocupando señor presidente (dijo al edil Francis Soca), que por derecho se la ganó, porque se lo merece, queremos y apreciamos”. Benítez sostuvo que “llamativamente cuando Asuntos Internos comenzó un trabajo ordenado y planificado para que la Junta pudiera realizar un mejor trabajo en beneficio de los vecinos de Paysandú y se comienzan a ver los frutos de una reestructura que llevó años concretar, se da este tipo de hechos que -lamentablemente- deja muy mal parada a nuestra bancada. Yo vine a este lugar por la gente y a trabajar para ella, no por intereses mezquinos ni la búsqueda de réditos personales. Provengo de una familia humilde donde me enseñaron a respetar y a exigir respeto. Soy de las que no me dejo arrear con el poncho, no hago mandados para hacer maldades ni cuido bancas para crear conflictos internos”.
“Planteo este caso como un hecho de discriminación y violencia psicológica, que nuevamente se plantea en mi bancada y encima a mi espalda, sin tener en cuenta nuestro trabajo y cumplimiento en la comisión. No se tuvo la valentía ni el respeto de consultarme para efectuar esta modificación en la integración de la nueva comisión, mientras que a otros ediles en comisiones con más de trescientos temas en carpeta para tratar, se los tuvo en cuenta. ¡No es la primera vez que se me trata como un objeto y cuando digo que se trata de un hecho de violencia psicológica, porque cuando esta se da, lo que se utiliza es la manipulación, las amenazas, la humillación, el chantaje y el menosprecio como ocurrió en este caso”.