Paysandú, Miércoles 13 de Agosto de 2014

OPINIÓN

SOLICITADA

Locales | 10 Ago Breve análisis de
la actualidad
socio-económica sanducera
Me paro en la plaza Constitución, por 18 de Julio, mirando hacia el río y veo que mi visión de Paysandú es la misma de cuando era un liceal en la década del 60; la misma silueta edilicia, poco y nada ha cambiado. El crecimiento de la ciudad ha sido raquítico, como lo es su economía.
Una ciudad que supo ser pujante en la década dorada de la industria nacional. Había finalizado la II Guerra Mundial, la teoría cepalina (CEPAL, industrialización a toda costa) se había materializado en Paysandú, Uruguay transitaba por el estado de bienestar, con un escenario internacional favorable por la demanda de productos agropecuarios de la devastada Europa. Pero lentamente el mundo fue cambiando, hasta llegar la crisis del petróleo año 1973, punto de inflexión de la economía uruguaya, seguido de un rápido período de desindustrialización. Luego, nos enteramos que las industrias sanduceras eran inviables en su mayoría; escuché decir a un economista de la época que las fábricas de Paysandú, eran como si fueran “fábricas de espumaderas, donde aquí solamente se les hacían los agujeros; lo demás era importado”.
Hoy Paysandú no puede confiar su desarrollo solo en la reindustrialización, el mundo con la globalización ha cambiado y el Mercosur no ha traído ninguna ventaja significativa para la ciudad. Pero Paysandú tiene como una de sus fortalezas en su haber, su ubicación geográfica, un puente internacional, una renovada autovía que lo ubica a solo a 3 horas de un inmenso mercado, del otro lado de río. Me refiero a Buenos Aires metrópolis y el Gran Buenos Aires con alrededor de 20 millones de consumidores, ávido de turismo y miniturismo todo el año, hecho que favoreció a Colón con miles de turistas debido a esta mejora en las comunicaciones de la Mesopotamia argentina. Es una ventaja comparativa que tal vez otros departamentos no posean. Por otro lado las restricciones inherentes a una futura acción, son las infraestructuras turísticas y otra que parece menor pero es muy importante a la hora de atraer esa nueva corriente turística motorizada por las mejoras viales es el costo del peaje internacional, incidencia comprobada en el puente de Salto Grande con el turismo y miniturismo que favorece al departamento de Salto.
Dr. Andrés Piñeiro
Miembro de la Comisión de marketing del Consejo Profesional de la Ciudad Autónoma de B. Aires Miembro de la Comisión de Calidad Facultad de C. Económicas UBA


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