PRODUCTORA ANUNCIA ESPECTÁCULO PARA EL 13 DE SETIEMBRE

Locales | 17 Ago A un mes de que el teatro Florencio Sánchez fuera cerrado para ser sometido a reparaciones, después que volvieran a presentarse desprendimientos en el cielorraso histórico ubicado en el centro de la sala, aun no se ha informado oficialmente la solución técnica que se pondrá en práctica ni en qué plazos. No obstante, fuentes consultadas indicaron que la definición tendrá dos soluciones diferentes, una temporal que permita habilitar la sala, y otra de fondo. La temporal sería colocar una lona o similar que cubra toda el área en potencial peligro. Eso evitará que cualquier desprendimiento tenga consecuencias en la sala.
En tanto, continuarán los estudios de la zona afectada para determinar la solución final, que puede ir desde la demolición total del cielorraso histórico para construir uno, o colocar una estructura de tela o similar. Las opciones técnicas son varias y aun no se ha definido ninguna.
En las últimas horas, una productora privada comenzó la publicidad de la obra “Los Locos Grimaldi”, protagonizada por Nazarena Vélez y Georgina Barbarossa, para el sábado 13 de setiembre, en el teatro Florencio Sánchez, pero Walter Belvisi, uno de los presidentes de la Fundación Amigos del Teatro Florencio Sánchez dijo a EL TELEGRAFO que “desconozco que se haya otorgado esa fecha”.
Como se recordará, es la fundación, en conjunto con la Dirección de Cultura, la responsable de la programación del Florencio Sánchez. También fue consultada María Dolores Álvarez, quien en el mismo sentido dijo que “seguramente están pensando que para esa fecha estará habilitado, pero la verdad es que aún no se ha tomado decisión al respecto, lo que ocurrirá en los próximos días”.

DECLARACIONES INJUSTAS
El teatro Florencio Sánchez fue cerrado el 3 de abril de 2011, después de que se produjeran desprendimientos desde el cielorraso. Tras años de trabajos, la sala fue rehabilitada el 26 de abril de este año. Pero el pasado 17 de julio, después que el 15 se realizara la última función (“Mansión Imposible”), fue nuevamente cerrado y sometido a fase de reparación pues nuevamente se produjeron desprendimientos que, de manera rudimentaria, fueron solucionados con una chapa de madera colocada desde el interior de la sala.
El asunto fue considerado en la Junta Departamental, donde se vertieron expresiones que criticaron la labor realizada. Sin mencionar específicamente ese hecho, Walter Belvisi dijo que “frente a algunas manifestaciones que nos han dolido, por injustas, vinculadas a cuestionamientos a nuestra tarea” deseaba dejar en claro algunos aspectos, aunque “ni estamos en el debate político ni queremos ingresar en él; no quiero contestar a nadie”.
“La intención siempre fue que la fundación estuviera ajena a contaminación política alguna y creo que estamos trabajando en ese sentido”, aseguró Belvisi.
Recordó que “como fundación no estamos involucrados en la tarea de ejecución, esto lo resolverá la Intendencia. Pero son dos caminos, dos líneas de trabajo”. Sin embargo, opinó que “a la sala hay que abrirla con las garantías para el espectador, aunque sea con una solución transitoria, mientras a mediano plazo se busca una solución definitiva”.
Y subrayó que en ese sentido “vamos a seguir con las mismas ganas, con el mismo cariño y el mismo respeto, sin caer en debates o coyunturas que pueden ser un obstáculo, un dolor, una injusticia. Por lo menos en lo personal, eso no va a doblegar el esfuerzo o dedicación que podamos poner en la recuperación total del teatro Florencio Sánchez”.

DETERIORO DEL TEATRO
TIENE RESPONSABLES
Walter Belvisi, quien junto con José Rivero Horta comparte la presidencia ejecutiva de la Fundación Amigos del Teatro Florencio Sánchez, dijo con seguridad que “hubo una situación de deterioro cuyos responsables están plenamente identificados. Quizás no queden en la impunidad, quizás algún día deban rendir cuentas por la vía judicial, por la vía penal”.
Aseguró que “fuimos testigos de que había hasta calaguala en los tragaluces y en sectores de camarines. Eso era por el abandono, por la falta de mantenimiento, por la falta de respeto a un bien de esta naturaleza cultural e histórica”.
Peor aún, “vimos en la platea baldes colocados para recoger el agua que caía de este cielorraso que tratamos de recuperar.
Porque faltaban algunas chapas, porque los canalones estaban tapados o porque algún desagüe no funcionaba. Cada vez que llovía, no durante meses sino durante años, el agua caía sobre ese cielorraso que ya tenía casi 100 años. Y el agua se recogía en la platea. Así fue como se deterioró el cielorraso”.
“También encontramos la sala norte, mal llamada foyer (el foyer real es la sala donde por décadas estuvieron ubicados los equipos de proyección cinematográfica), que tenía todo podrido.
Sus revoques, sus enduidos, sus pinturas, su yesería, sus empapelados. Todo destruido porque las columnas de desagüe arrojaban el agua hacia adentro, sobre el piso. Y llegaba al subsuelo”.
Belvisi también comentó que pudo ver que “a las claraboyas del Paraíso le faltaban los vidrios de las ventanas. Si estos se hubieran repuesto, se hubiera evitado que anidaran durante años las palomas. Llegamos a sacar entre 4 y 5 bolsas de excremento de palomas, que vivían ahí dentro junto a los murciélagos, las ratas. El propio Paraíso estaba sin acceso al público, convertido en una especie de depósito abandonado”.

QUEDA REHABILITAR LA SALA
A través de la fundación “se han hecho etapas importantes, y quedan otras por cumplir”. Entre las que faltan, destaca “rehabilitar pronto la sala, dando garantías y seguridad a los espectadores. La intención es buscarle una protección a cualquier desprendimiento que tuviere el cielorraso, que nos ha traído estas dificultades”.
“La otra dirección de trabajo es seguir insistiendo para recuperar ese cielorraso original, para lo cual no es una tarea simple.
Hay de por medio una obra realizada por una empresa que se convocó oportunamente a sugerencia de los contactos con técnicos que tuvo la Intendencia con la Intendencia de Montevideo.
Esa dirección de trabajo va a implicar hacer en forma muy ponderada, muy cuidadosa, un análisis desde el punto de vista estrictamente técnico”, destacó Belvisi, quien es arquitecto.