Paysandú, Viernes 22 de Agosto de 2014
Rurales | 20 Ago Animales de recría pastoreando áreas de bajo con acceso a sombra natural de montes durante el verano “experimentan ganancias de peso superiores a vaquillonas que no tienen acceso” a ésta, manifestó en su exposición en las 16ª Jornadas de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), el ingeniero agrónomo Álvaro Simeone. Explicó que “la magnitud de ese incremento en la performance animal está en torno al 50%” (250 gramos por día, en una testigo de 500 gramos diarios).
La reducción en los requerimientos de mantenimiento de los animales con acceso a sombra “podrían estar explicando estos resultados”, sostuvo, lo que marca una importante sinergia entre la forestación y la ganadería. En lo que respecta al potencial efecto benéfico de los montes proporcionando abrigo al ganado, los resultados presentados en el trabajo “sugieren que el acceso voluntario a montes de abrigo no parecería ser efectivo en reducir o amortiguar la pérdida de peso invernal observada en animales de recría pastoreando áreas adyacentes a la forestación”.
Para el período considerado en este experimento, la combinación de temperatura y humedad evaluado a través de indicadores de sensación térmica, “no generó escenarios de estrés térmico severo, lo que podría estar explicando la ausencia de efecto del acceso a montes de abrigo”. Entiende que es necesario “generar más información para evaluar el efecto del abrigo en las condiciones nacionales con experimentos plurianuales que permitan cuantificar el efecto año”.
Simeone explicó a través de la investigación que desarrolla con la ingeniera agrónoma Virginia Beretta, que la incorporación en un sistema ganadero de cierta proporción de áreas forestadas en suelos con tal aptitud, “permite la explotación de aspectos de complementariedad o sinergia entre ambos rubros: por un lado, el pastoreo de las áreas de forestación no cultivables contribuiría a mantener controlado el crecimiento de forraje reduciendo el riesgo de incendio; como contraparte, el acceso del ganando a los montes ofrecería sombra y abrigo al ganado, potencialmente mejorando su performance productiva”.
Algunos resultados, cuantificando el potencial efecto benéfico para el ganado derivado de la asociación entre ganadería y forestación, fueron presentados durante la jornada. El impacto del acceso a la sombra durante el verano ha sido investigado en la UPIC en condiciones de pastoreo de praderas, observándose una respuesta significativa en la ganancia de peso vivo de novillos cuando son trasladados a un área con sombra y agua en las horas de mayor radiación solar, respecto a los que permanecieron en la pastura.
Similar respuesta se observó también para terneros y novillos alimentados a corral, “evidenciando que las condiciones ambientales del verano en el Uruguay, por lo menos en el norte del país, limitan en cierto grado a la productividad del ganado de carne”.
PRODUCTIVIDAD
La baja productividad de forraje del campo natural durante el invierno “determina la pérdida de peso de los animales durante esta estación. Durante esta época del año, a la restricción nutricional se suman potenciales efecto de estrés por frío, que incrementarían los requerimientos de mantenimiento, determinando que el animal destine parte del ya escaso consumo para el mantenimiento de su temperatura corporal”.
Si bien el vacuno es tolerante a bajas temperaturas y en tal sentido las condiciones de temperatura en nuestro país no serían tan rigurosas, “períodos de baja temperatura asociados a lluvia y viento que disminuyen la sensación térmica, podrían en determinada situaciones generar estrés por frío en el animal, aumentando los requerimientos de mantenimiento del ganado asociados a la termorregulación, fundamentalmente en animales jóvenes”.
En esta línea de razonamiento “es que se hipotetiza que el abrigo de los montes podría minimizar estos efectos. Si bien el monte aporta abrigo al ganado, ya que genera condiciones de confort al atenuar los efectos de vientos fuertes, lluvia y bajas temperatura, los resultados con relación a su impacto sobre la productividad del animal no son tan contundentes como lo son en el caso de aporte de sombra”. En una experiencia realizada en el mismo establecimiento forestado, “no se observó efecto positivo del acceso a montes de abrigo evaluado durante junio a setiembre de 2010, en 31 terneras (128 kilos de peso) y 32 vaquillonas (287 kilos) de razas carniceras, registrándose en ambas categorías una pérdida promedio de peso de 109 gramos por día y 25 gramos por día, respectivamente”.
Los animales pastorearon dos áreas de pastizal de campo natural de bajo (carga: 0.51 UG/ha), una de ellas con acceso a 15 hectáreas de monte de abrigo. La disponibilidad de pastura promedio fue alta pero de baja calidad, como resultado de la acumulación de forraje diferido, y similar entre tratamientos (3.700 kilos de materia seca por hectárea, 7,1% proteína y 73% FDN), lo cual en cierta forma explica las pérdidas de peso observadas.
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