Deportes | 26 Ago Como olvidados de que sólo con triunfos se suman puntos que valen, Estudiantil y Barrio Obrero se quedaron en el cero, como en el principio en la fría tarde del domingo. En el complemento fue algo más el local, pero terminó sin concretar y le costó el empate.
Partido que no gustó en la parte inicial, con escasas ideas de ambos lados. El balón no pasaba de un campo al otro bien jugado, abusando los dos del pelotazo, lo que derivó en que las defensas se lucieran, sobre todo los arqueros.
Rodríguez, el que más intentó hacer algo en el local, obligó a Ferrari a poco de empezar. El juego desprolijo de la visita terminó por permitir a Acosta rematar sin peligro en la jugada más clara de la parte inicial, y volvió Bottino para cortar ingreso de Almirón. Ya en el cierre, Rodríguez puso en apuros a Ferrari que respondió bien.
En la parte final se animaron un poco más los dos, aunque con escasas ideas. Lo más claro fue el cabezazo de Rodríguez que se estrelló en el travesaño. La visita buscó salir por derecha, y cuando comenzaron a abundar las faltas, algunas mal intencionados de ambos bandos, el Barrio tuvo una pena indirecta en el área estudiosa, que desperdició Acosta.
El juego siguió pintando a desprolijo, más en base a esfuerzo. Sin bajar la pelota, lo que impedía que avanzaran. En ese panorama llegaron, por errores defensivos de la visita, chances para Estudiantil, que con uno menos dispuso de 10 minutos para obligar dos veces a Ferrari, y en la otra sacó un defensa de la línea.
Pero no era suficiente. Menos para los de la diagonal roja que no encontraron como acercarse al área del local, y no pasaron de intentos. Resultado, empate sin goles. Marcos Josuhé