Paysandú, Jueves 28 de Agosto de 2014
Rurales | 24 Ago El ingeniero agrónomo Luis Franconi, técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, experto en el área de control de malezas, presentó días pasados en una jornada realizada en el departamento de Salto, la problemática vista con “el diario del lunes” teniendo en cuenta que el vecino país tiene una mayor historia productiva en el área agrícola y que muchos productores argentinos se encuentran trabajando en nuestros campos.
Argentina, con un área mayor de cultivos y con campos con más historia agrícola, tiene problemas con el control de malezas mayores a los que puede tener nuestro país y los productores han pasado de costos de U$S 20 en herbicidas a llegar a U$S 120 en los campos más problemáticos.
Para Franconi, en estos momentos “se está reinventando la rueda”, ya que los productores están observando el problema desde la óptica de las malezas, lo que hasta el momento no se lograba alcanzar por logística y costos financieros. “Estamos reviendo el uso de pre-emergentes, los patrones de germinación de las malezas, ver cómo era su biología y sus puntos débiles donde se puede actuar. Empezamos a ordenarnos mentalmente para trabajar de otra forma los sistemas productivos”, explicó.
La simplificación de los sistemas productivos en base a la aplicación del glifosato como el herbicida principal y repitiendo año tras año los mismos cultivos, ha llevado a que la naturaleza se adaptara rápidamente a los sistemas propuestos por el productor e invadir rápidamente los cultivos. Para Franconi, “nos terminamos de dar cuenta que el glifosato es un herbicida más, muy bueno, pero un herbicida más”, y recomendó complementarlos con “buenos patners” que permitan extender la vida de acción de este específico.
Ver la situavción desde la otra vereda y realizar un buen diagnóstico y planificación del sistema productivo es uno de los objetivos que plantea el técnico argentino. “Cuando hablamos de diagnosticar y planificar, hablamos de ir lote por lote; esto no significa que el productor se vaya a encontrar multiplicando por cuatro sus gastos de herbicidas, sino que hay que multiplicar por cuatro o por cinco en el lote que lo amerite, y el que esté bien tenemos que hacer prevención para evitar que ingrese la maleza”.
AYUDAR A LA NATURALEZA
El mensaje que trató de transmitir el profesional es muy simple. Desde su punto de vista, “cuanto más fácil le hago la vida yo a la naturaleza, más difícil la naturaleza le hace la vida al hombre”. Explicó que si realizamos todos los años los mismos cultivos y las mismas aplicaciones, disminuimos el tiempo que le lleva a la naturaleza adaptarse a los cambios. “Uno tiene que ser inteligente y decir: voy a cambiar todos los años”, dijo Franconi. Recomendó realizar rotación de cultivos, cambiar los puentes verdes por cultivos de coberturas entre años y cambiar la aplicación de los mismos herbicidas año tras año. “O sea cuanto más diverso sea el paquete tecnológico que el productor usa, de productos químicos y de manejo agronómico, mucho más fácil va a ser el resultado final.
Esto de simplificar la vida a un cultivo o un producto y que al cabo de diez años estamos viendo que un producto se agotó, se terminó”, aseveró.
Creer que la naturaleza no tiene la capacidad de evolucionar “sería una falta de respeto”, afirmó Franconi. “La naturaleza evoluciona todos los días, imperceptible pero evoluciona”. Explicó que al dejar de mover los suelos, “en uno común de la zona donde hay un montón de habitantes que no eran los que habían en los campos agrícolas cuando yo movía”, esas malezas que hasta el cambio en los sistemas de producción estaban del otro lado del alambrado, “ahora empiezan a encontrar condiciones del lado de adentro del alambrado y si yo a eso le genero un cultivo con un solo herbicida, aparecerá esa maleza que ese herbicida no la mata”.
El técnico argentino señaló que esa maleza que no es susceptible a algún producto químico y sobrevive a los controles, “se adapta fantásticamente y crece al mismo ritmo del cultivo por lo cual en diez años la maleza gobierna el lote y eso es lo que realmente le genera problemas al productor”. Para Franconi, con el diario del lunes “tenemos que decir: hicimos las cosas mal, nos equivocamos, se simplificó el sistema que fue bueno y redituable en una etapa, pero hoy tenemos que rever el sistema porque tan simple no nos sirve”.
La problemática del control de ciertas malezas se encuentra básicamente en el momento de tomar la decisión de atacar: “La oportunidad de aplicación es la base del éxito. Si yo aplico con malezas chicas, los controles son efectivos. Si aplico con malezas más grandes, los controles dejan de ser efectivos y si yo llego a aplicar con malezas ya alongadas o florecidas, los controles son pobres y la plata que gasto es un infierno y el cultivo que va arriba de ese lote se complica”.
Algo que parece tan simple, es de muy difícil aplicación principalmente cuando los campos son arrendados: “será cuestión de hablar con los dueños de los campos e ingresar temprano, habrá que prever hacer las cosas antes, cerrar contratos dos meses antes. No sé cómo, porque el manejo de malezas está supeditado a una firma de contratos que llega tarde. Pero cuando las cosas se hacen tarde, yo llego tarde”, aclaró.
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