Rurales | 26 Ago Diversificando y ampliando la estrategia comercial, las mujeres rurales de pueblo Zeballos, en el departamento de Paysandú, han decidido agregar a la confección y venta de capas para lanares --que tiene una importante demanda debido a la calidad del producto-- la de terneros recién nacidos. “Ya tenemos algunos clientes que han destacado nuestro producto”, señaló a EL TELEGRAFO Carina “Chabela” Blanc, integrante del grupo.
“Actualmente estamos trabajando bien y con algunos cambios como el trabajar con un nailon nuevo --que tenemos que comprarlo--, porque ya no es más el nailon reciclado que nos donaba una empresa”, explicó la productora y empresaria. De todas maneras, esperaban “una mejor demanda” teniendo en cuenta lo acontecido el año pasado con el fenómeno climático que terminó con la vida de más de 40.000 lanares fundamentalmente en el norte del país, aunque reconoció que la venta “es buena”.
En cuanto a la calidad del producto, subrayó que el comentario general de quienes la utilizan “es muy bueno. Incluso yo uso de las primeras que hicimos por el año 2011 y están en perfectas condiciones de ser utilizadas por varios años más”.
El costo actual de cada capa es de $20 “y tal vez algún productor puede pensar que es cara, pero debe tener en cuenta que no es ni siquiera el 50% de esquilar la oveja, y duran entre ocho y diez años al no tener degradación, porque no se resecan, no se quiebran ni se rajan porque queden viejas. Más allá de que siempre alguna capa se pierde, porque es pretender ponerle ropa a una oveja, y alguna la va a romper enganchándola con un arbusto, la entrada al corral o en una chilca”.
Enfatizó que el cuello de las capas, que siempre ha sido la principal debilidad, “no se rompe. Se puede rajar antes el nailon que desengancharse la costura que hacemos. Pero la fortaleza del material es una de las virtudes de la capas” de las mujeres de Zeballos. Entiende que no se vende en mayor número porque “no hay cultura de poner capas y los productores no entienden su beneficio. Pero el que lo hace se va a dormir tranquilo que si llueve o viene una tormenta fuerte después de la esquila, es muy difícil que el animal tenga problemas”.
Citó la experiencia que están llevando a cabo productores de la zona, para que las ovejas “paran con las capas y no hemos tenido ningún contratiempo y la idea ha sido exitosa”. “Nuestras ovejas parieron el año pasado en pleno temporal de setiembre y no murió ninguna, y solamente algunos corderitos. Pero la oveja está abrigada, tiene leche y está seca, entonces puede pasarle más calor al cordero porque es ella la que está cómoda”, aclaró.
“Ya tenemos productores que nos han vuelto a comprar, como un criador de la zona de Tambores, e incluso uno de Durazno. Esto nos dice que si vuelven es porque están a gusto con el producto que le vendemos y cumple con los requerimientos que esto tiene”, enfatizó.

INCONVENIENTE
Para la productora uno de los inconvenientes apreciados “es cómo se coloca la capa. Incluso la persona que la coloca debe estar convencida de que lo que está haciendo va a dar buen resultado, porque si el que las coloca dice: ‘tras que pasamos trabajo con estas ovejas, encima nos mandan a poner esto’, ahí empiezan los problemas, porque la capa no debe estar extremadamente ajustada y tampoco floja”.
El material que se utiliza actualmente tiene un costo importante para el grupo, “por lo que trabajamos en base a pedidos y el stock actual no es importante. Aquel productor que desee las capas debe contactarse con nosotras y rápidamente nos ponemos a trabajar y en un par de días le tenemos pronta las capas”, dijo.
Explicó que “al ser el material comprado y las mujeres no tener un respaldo ni un capital de giro, no pueden comprar y cortar mucho material, porque adquieren ahora el material para obtener la ganancia del producto, de ahí que se va trabajando a medida que llega el pedido”.
“Tenemos mejor maquinaria que en los comienzos, además las operarias están con más práctica, entonces podemos cubrir sin inconvenientes cualquier demanda, aunque no me podés decir que mañana llega la máquina para esquilar en la estancia y ya las quiere”, manifestó Blanc. “Deben darnos un margen para aprontar el pedido”, agregó.
Hoy la preocupación del grupo pasa por conocer cuáles serán las ganancias obtenidas, debido a que por primera vez se tuvo que comprar el nailon, “teniendo que pagar buen monto de dinero por el material”. Acotó que “habrá que ver qué quedará cuando se haga el cierre y se calculen los gastos y se sumen las horas trabajadas, porque es el único ingreso que tienen y han apostado en esto varios meses de trabajo”.

TERNEROS
Actualmente el grupo también trabaja en la confección de capas para terneros, que son del doble de tamaño que las de ovejas. “Ya tenemos el molde y la estamos preparando para el pedido de un productor tambero”, dijo Blanc.
“Nosotros ya la hemos utilizado en terneros raza carne y el resultado es muy bueno, y anda bien”, indicó.
Sobre el costo hay que tener en cuenta “que no va a ser el doble del de ovejas, porque lleva más material para el cosido del cuello porque es más ancho; deja más desperdicio porque no es igual al de ovejas, en donde con el mismo molde tenemos menos pérdida”.
De todas maneras, aclaró que si el productor “compra una capa para sus terneros y el costo por ejemplo es de $50, sabe que le va a durar más de ocho años, diluyendo mucho el costo a lo largo del tiempo”. Quienes deseen mayor información, deben comunicarse con Carina Blanc al celular 098094789.