Opinion | 28 Ago Cuando el mentado “más y mejor Mercosur” al que se han afiliado los dos gobiernos de la coalición de izquierdas, presididos respectivamente por Tabaré Vázquez y José Mujica, a esta altura ha sido simplemente un eslogan para tratar de justificar mucho de lo que no se ha hecho en materia de diversificación del comercio exterior, con resultados negativos para las exportaciones uruguayas, no es un secreto que se han dejado pasar oportunidades de ampliar lugares de destino para nuestra producción hacia afuera de la región, solamente por razones de solidaridad político ideológicas entre gobiernos, a despecho de la realidad comercial.
El informe “Especialización comercial en Uruguay, opciones para transitar hacia una estructura más compleja”, que fue presentado recientemente durante las XXIX Jornadas Anuales de Economía del Banco Central del Uruguay (BCU), indica que nuestro país tiene una canasta de mercados hacia los cuales existirían condiciones de aumentar sus exportaciones, pero sin embargo no se desarrolla el comercio potencial que se podría con algunos de esos países.
El informe de referencia, recogido por El País, menciona países que importan un gran porcentaje de los productos que vende Uruguay, entre los cuales se cuentan Brasil, China y Argentina, los que son los principales socios comerciales de Uruguay, aunque también se mencionan países como Colombia, Jordania, Azerbayán, y en menor medida Niger, Nigeria, Panamá, Kenia y Costa Rica. De este grupo, únicamente este último país ha mejorado la posición como destino de los productos uruguayos, en tanto todos los demás han disminuido.
Evalúa el citado documento que “en definitiva este grupo de países muy complementarios deberán ser en los próximos años objeto de interés de la política comercial, al menos para profundizar los mercados en los que ya se tienen ventajas comparativas”, en tanto otros países para tener en cuenta con vistas a mejorar la colocación de nuestros productos son Italia, España, Portugal, Croacia, Moldavia y Macedonia, aunque debe tenerse presente que los dos primeros y en menor medida el tercero, son ya destinos importantes para nuestros productos.
Igualmente, hay países de Europa Oriental con los cuales prácticamente no se tienen flujos comerciales o éstos son muy marginales, que presentan un buen potencial para el intercambio.
En cambio, un ejemplo inverso en el que se ha aprovechado la complementariedad comercial es Irak, que “es el país comercialmente más complementario con Uruguay, lo cual es consistente con una larga tradición de misiones comerciales uruguayas en ese mercado”.
En los últimos años el crecimiento con este país árabe ha sido notable, al punto de pasar a ocupar la posición 44 en 2007, al puesto 17 en 2013, entre 185 países, lo que indica el éxito del esfuerzo de captar dicho mercado, y la pertinencia de buscar recrear este intercambio con otros mercados potenciales diseminados por el mundo. Mientras tanto, en lo que refiere al Mercosur, el informe sobre especialización explica que el bloque “como acuerdo regional frente a otros acuerdos mostró que el bloque tiene poco impacto en el comercio entre sus socios, lo que se puede explicar por el hecho de que esos socios sean países especialmente cerrados”.
Considera que las relaciones comerciales de nuestro país con los restantes integrantes del bloque fueron variando en los últimos años, y que sufrió las consecuencias de medidas proteccionistas implementadas por Brasil pero fundamentalmente por la Argentina. Precisamente las exportaciones hacia Argentina han ido descendiendo invariablemente, en tanto con Brasil ha mejorado el relacionamiento comercial, porque han ido por caminos diferentes en los últimos años en cuanto a la política económica. El gobierno Kirchner ha ido cerrándose cada vez más y controlando el mercado de importaciones y exportaciones con tal de obtener divisas frente a la falta de crédito internacional por el no pago de la deuda.
Sin dudas que el Mercosur ha significado una frustración para el Uruguay, como ha terminado de reconocer el gobierno de José Mujica, pese a que con sus posturas también se sumó a esta cruzada de gobiernos “solidarios” ideológicamente, a la vez que evidentemente los organismos de controversia no funcionan y los países grandes, sobre todo Argentina, hacen y deshacen sin que sean llamados a responsabilidad.
Y como estamos en la región, y sujetos al corsé de que a Uruguay se le cercena la posibilidad de acuerdos de intercambios de libre comercio con terceros países, la diversificación del intercambio comercial debe promoverse a través de la búsqueda unilateral de nuevos mercados, como los países señalados en este informe, donde hay nichos que no han sido todavía debidamente explorados, para lo que se necesitan además misiones comerciales de sesgo profesional y con activa participación.
No puede obviarse además que muchas oportunidades podrían presentarse si se logra llevar a buen término la negociación bloque a bloque que se ha redinamizado hace unos meses entre el Mercosur y la Unión Europea, luego de quince años de frustraciones por la negativa de Brasil y Argentina de avanzar en este acuerdo argumentando una serie de razones que reflejaban simplemente sus intereses y no los del conjunto de países.
Pero felizmente en los últimos meses ha habido un cambio de posición de Brasil, y menos reticencia de Argentina, lo que permite que se esté ante un escenario más optimista, pero todavía con puntos en discusión, sobre todo en cuanto a proteccionismos. Es de esperar entonces que de fructificar este acuerdo en un futuro cercano, nuestros productos encuentren mercados más receptivos y menos aranceles, que mucho se necesita ante nuestros crecientes problemas de competitividad.