Opinion | 02 Sep Esta semana comienza en Paysandú la Feria Departamental de Ciencia y Tecnología, una actividad que año a año nuclea a cientos de niños, adolescentes y adultos en torno a actividades y propuestas de desarrollo de la cultura científica.
En el mes de agosto transcurrieron 14 ferias departamentales de Clubes de Ciencia y en setiembre se realizarán las cinco restantes en el país, entre ellas la de Paysandú.
Se trata de la antesala del evento de ciencia y tecnología juvenil más importante del país y la culminación de un año de trabajo de los clubes de ciencia. Son también un espacio en que miles de niños del país presentan sus investigaciones en distintas áreas, desarrolladas a partir de temas cotidianos, comunitarios, sociales, culturales u otros que no forman parte de su entorno diario pero resultan interesantes con fines de conocimiento e investigación.
Estas actividades, desarrolladas por la Dirección de Ciencia, Innovación y Tecnología del Ministerio de Educación y Cultura, se realizan con un impactante despliegue en todo el territorio y con el objetivo de ampliar los escenarios de divulgación de la ciencia y la tecnología.
Pero además, tienen un efecto positivo en cuanto a integrar la educación formal con la no formal, acercar el discurso académico al lenguaje cotidiano y a los temas de conversación de todos los días, así como promover la participación de las personas en temas de opinión ciudadana sobre ciencia y tecnología.
A su vez, la formación a través de la ciencia permite el acercamiento a los propios temas científicos o tecnológicos, aprender a trabajar en equipo, a expresar sus opiniones, adquirir formación metodológica que permitirá abordar otros problemas en la vida, expresarse públicamente, entre otras herramientas que colaboran en la formación de ciudadanía.
Como bien han señalado autoridades de la Dicyt --y además ha sido comprobado por cientos de docentes, padres y estudiantes a lo largo del tiempo-- participar en las ferias departamentales y, posteriormente, en la Feria Nacional representa un premio en sí mismo ya que se trata de instancias especiales que permiten conocer personas de otras partes del departamento y el país. También es una buena oportunidad para recibir una devolución por parte de evaluadores que, si cabe, realizarán sugerencias para poder mejorar el trabajo presentado en el futuro.
Pero además, se trata de una instancia única para tener un contacto directo y aprender a presentarse en público, mostrar el trabajo propio y aprender del aporte de todos.