Locales | 03 Sep Diferencias en cuanto al derecho de los de los trabajadores a reunirse en asamblea durante el horario de trabajo en la empresa Megal, implicaron un paro de 24 horas en las tres empresas cargadoras de gas licuado de petróleo (supergas), aunque no se estima que haya problemas en el abastecimiento a la población.
“El problema que se dio con la empresa Megal fue con nueve compañeros que salieron a hacer una asamblea urgente por un despido de una empresa tercerizada”, dijo a EL TELEGRAFO el dirigente de Fuecys, Raúl Ferrando. “Así empezó el problema, y ahora la empresa se niega al pedido del Ministerio de Trabajo para poder negociar, se lo pidió la Dinatra, se lo pidió Romero, que fue lo mismo que nos pidió a nosotros en cuanto no tomáramos medidas. Pero la empresa se negó, inclusive lo contestó por escrito”.

GARRAFAS EN MAL ESTADO
Dijo que ante esto “no encontramos una salida en la aplicación de sanciones por la asamblea. Pero volvimos a las tareas habituales, y la empresa intentó sacar a la venta las garrafas que están vencidas o que no se ve la fecha de vencimiento y los trabajadores se negaron, porque eso está entre las restricciones de la Ursea; la fecha debe estar a la vista, y hay que pulir para encontrarla o hacer las verificaciones correspondientes de que la garrafa está en condiciones”.
Agregó que “la empresa dijo a los trabajadores que se retiraran, que igual iban a cobrar el jornal, pero que los dejaran trabajar y los trabajadores dijeron que no, y ahí hubo amenazas de suspensiones. Pero llamamos a la Ursea, que se hizo presente y de un camión que tenía 30 garrafas cargadas bajaron 16 en mal estado, y otra camioneta llevaba seis tubos de 45 kilos, y bajaron los seis porque no estaban en condiciones, más muchas garrafas que estaban dentro de la planta. Volvimos a la Dinatra, no hubo cambios y los trabajadores de las otras plantas se solidarizaron con este problema”.
Además, según Ferrando, “ahora la empresa amenazó con mandar la mitad o hasta todo el personal al seguro de paro, cuando está haciendo reformas, invirtiendo y compró un ‘carrusel’ nuevo (cinta sin fin donde circulan las garrafas). Está haciendo esta inversión, pero si los pasa al seguro de paro vamos a pagarle las reformas nosotros los trabajadores y el Estado”.
Sobre qué harán en base a esto, dijo que “la idea es no trabar las demás plantas, pero eso lo decide la asamblea” que se realizará hoy para analizar el tema.

RIOGAS SIN PROBLEMAS
Según el gerente de Riogas, Gustavo Graña, “hay algunos problemas internos de Megal con su personal, pero no tengo claro qué es. Nuestros trabajadores del sindicato de Riogas se adhirieron a nivel de la rama porque son un sindicato único, y estamos parados desde hoy de mañana, sin envasar”.
Si bien no conocía detalles de la diferencia, dijo que “sé que estuvieron de asamblea y que se reúnen con el ministerio de Trabajo”, y que a nivel de Riogas “no tenemos ningún problema con los trabajadores, se adhirieron al paro en solidaridad con sus compañeros. Pero no tenemos problema con nuestro sindicato, todo bien”.
“Estamos con muy buen relacionamiento, trabajamos en conjunto, hemos encontrado como empresa que la mejor forma es esa, trabajar con la comisión de seguridad porque los problemas son comunes y todos los empleados tenemos el mismo fin, sean del sindicato o no”.
Sobre si puede haber problemas en el abastecimiento, dijo que “no, excepto que haya alguna corrida y que la gente cuando se entere de esto salga a reabastecerse por más que no lo necesite”.
“Pero esperemos que se resuelva y comencemos a trabajar normalmente”.

CONTROLES DE URSEA
En cuanto a la vida útil de las garrafas, Graña explicó que “nosotros tenemos controles semanales de la Ursea a través del LATU, que inspecciona la planta de envasado, los camiones y los distribuidores. Tenemos visitas semanalmente, y tienen un sistema aleatorio y estadístico. Y sobre todo se controla el recalificado del envase, que debe hacerse cada 10 años”. Detalló que “el envase de Uruguay no tiene problemas, tenemos envases con 50 o 60 años de fabricado con materiales uruguayos muy buenos y muy resistentes. Pero se controla el recertificado, el estado de los aros y las válvulas. Y nosotros tenemos un taller y hacemos el mantenimiento necesario”.
Recordó que desde hace algunos años “se compran cada vez más envases” que son importados, y “los niveles de descarte son muy bajos”.
Anecdóticamente, comentó que además de las marcas habituales de las envasadoras de supergas como Acodike, Riogas, Ducsa de Ancap o Megal, hay garrafas marca TEM hechas en la década de 1960 y Becam, las que pesan entre 15 y 16 kilos cada una.

MAS DE UN MILLÓN
Si bien las garrafas no tienen una fecha de vencimiento desde su fabricación y de hecho hay algunas que tienen más de 50 años de construidas, las plantas hacen normalmente un control y pruebas hidráulicas para confirmar su estado, según lo estipulado por la Ursea.
Se revisa particularmente la zona del medio, donde están soldadas, ya que esta parte es la que más se puede afectar, y en caso de presentar problemas se retiran del mercado, y si están bien se les da el visto bueno mediante una señal. Lo mismo pasa con las válvulas, que son recertificadas periódicamente con un control de presión para que no presenten problemas, y también se marca la fecha.
En Uruguay hay más de 1.200.000 garrafas de supergas para 13 kilos, y se descartan más de 50.000 cada año, las que son suplidas con garrafas importadas, más livianas y con menos material que las uruguayas.