Locales | 04 Sep Movilizados ante la inminente tala de árboles que se llevará adelante en la zona costera y Parque Municipal, la Organización Civil Paysandú Nuestro organizó una mesa redonda para discutir la necesidad de realizar “Intervenciones urbanas con licencia social”, en tanto aseguran que para llevar adelante un proyecto de impacto en la comunidad es importante contar con la aceptación de sus habitantes.
Javier Dalmás, integrante del colectivo, ejemplificó que “así como Paysandú Nuestro sostiene que el fracking está lejos de una licencia social porque la fractura hidráulica se realizará sin información definida”, es que llevan adelante esta instancia de diálogo para presentar propuestas y promover diversos usos de la madera que se obtenga de la tala de los eucaliptos elegidos, tras constatar una patología en las especies.
Hoy jueves a las 19.30, en la Sala 1º de Julio de EL TELEGRAFO, se llevará adelante esta instancia abierta a la participación ciudadana, con la intervención de Noela Pandulli acerca del significado de la “licencia social para operar” y “la necesidad de los gobiernos de obtenerla antes de concretar cualquier intervención importante”, explicó Dalmás. Posteriormente, el arquitecto Federico Percibal expondrá “elementos de mobiliario urbano que sería posible realizar con la madera extraída de los árboles y la arquitecta y especializada en el tema, Andrea Ostuni, presentará una visión integral de la costa sanducera de acuerdo a un estudio al respecto. Finalmente la Intendencia cerrará el encuentro con la presencia confirmada de Emilio Roque Pérez y Karina del Palacio, quienes harán referencia a la propuesta municipal ante la tala de árboles, zonas y etapas definidas, además del destino de la madera”, añadió. Dalmás consignó que tras la última reu-nión efectuada con autoridades comunales, constataron que “existe voluntad de transformar los árboles en astilla. La licitación se hizo para eso y no percibimos que estuvieran dispuestos a cambiar de opinión”. Paysandú Nuestro propuso que “la Intendencia se quedara con un 25 o 30% de la madera que se obtenga. Ese es el negocio que proponen los aserraderos especializados, sin costo para la Intendencia, y que es similar al que pretenden concretar con la leña, con la única diferencia que los aserraderos no se encargarían de remover los tocones de madera. Para eso hay varias soluciones, como por ejemplo utilizar la maquinaria municipal”, sostuvo Dalmás.
Según el referente del grupo, “el patrimonio que implica esa madera para los sanduceros amerita una mesa redonda que se organiza con el objetivo de ayudar a lograr una solución que nos deje conformes a todos los sanduceros, incluida la Intendencia”. Para Dalmás, “si la comuna opera en sinergia con la sociedad, tendrá el apoyo necesario cuando esos árboles comiencen a caer y varias voces de protesta empiecen a levantarse”.