Paysandú, Miércoles 10 de Septiembre de 2014
Locales | 03 Sep El ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, presentó un detallado informe sobre la situación energética en Uruguay, destacando la variación en la matriz energética que le brinda mayor soberanía al país y el menor costo de producción por cada megavatio (MW) por las nuevas técnicas de generación. Asimismo afirmó que Paysandú lidera a nivel nacional la generación fotovoltaica con las inversiones que se están desarrollando en el departamento.
Kreimerman realizó una exposición en el Centro Universitario de Paysandú, donde resumió lo realizado en el marco de la política energética “que venimos construyendo desde 2008, y en lo que se transformó en una política de Estado desde 2010”, refiriéndose a las condiciones mundiales donde influye “la geopolítica, con conflictos debido a problemas energéticos”. Afirmó que “hoy en el mundo tenemos una matriz (energética) desastrosa desde el punto de vista de supervivencia de la humanidad porque el consumo de combustibles es un 84% de fósiles y solo 16% de otras energías, 6% renovables y 10% gas natural y nuclear, que está disminuyendo” luego de los problemas que se han registrado.
Dijo que en el marco de esa política de Estado “entendimos que el país tenía que ser más soberano en cuanto a energía”, tanto por la dependencia económica como geopolítica y que en energía eléctrica “Uruguay, a pesar de tener 2.500 MW instalados y consumir en el pico 1.700 MW, estuvo a punto del corte más de una vez en 2008 y 2011 porque la sequía hace que la generación hidroeléctrica en algunos años sea mala y otros, como éste, sea buena”.
62% DE PETROLEO
El ministro indicó que en los últimos diez años, para generar energía eléctrica “se utilizó en promedio un 62% de petróleo y un 38% de agua. Por eso elegimos desarrollar los energéticos nacionales, que son el sol, el agua y la biomasa, que son renovables, con menos problemas ambientales, más simples y con menor costo”.
Detalló que para esto “hubo que trabajar en aspectos diferentes, y fundamentalmente en una fuerte inversión y avance tecnológico. Hemos trabajado las empresas públicas, organismos privados, la Universidad de la República, mucha gente desde sus diversas posibilidades. Primero tuvimos que ver la demanda real del país, y no hay producción ni mejor calidad de vida si no hubiera mayor oferta energética. Y vimos con el Presidente que si teníamos 2.500 MW instalados, cuántos teníamos que tener para continuar con el desarrollo productivo, porque por cada punto que crece el Producto Bruto Interno (PBI) crece también un punto la necesidad energética de la población”. Agregó que en eso influyó “un poco la ampliación de la refinería de Ancap en La Teja, porque se utilizará biocombustible”.
LÍDER SANDUCERO
Según Kreimerman, al analizar el desarrollo de la matriz energética, se consideró particularmente la energía fotovoltaica, de la cual Paysandú va a ser el líder a nivel nacional. El secretario de Estado mencionó también la energía solar térmica como un elemento importante, ya que “el 37% de la energía que se consume es para calentar agua”, por lo que aumentar ese sistema solar disminuirá la necesidad de energía eléctrica para el calentamiento.
Sobre la energía fotovoltaica, productora directa de energía eléctrica para la red de UTE o consumo propio de empresas, dijo que sus componentes, los paneles fotovoltaicos “han ido bajando de precio”, y que “en 2011 hicimos el mapa solar para saber cómo está Uruguay, y la sorpresa fue que tiene los valores ideales, con un factor de 15% de radiación solar directa”.
CAMBIOS EN LA MATRIZ
Dijo que estos cambios en la matriz energética “implica que en vez de tener dos energéticos, una dependencia enorme del petróleo para la industria, el transporte y la generación eléctrica, y del agua para generar electricidad, pasamos a tener siete elementos para generar energía o para el transporte”, destacando la importancia en cuanto “hay que aumentar la oferta de la energía porque crece su demanda junto con el PBI”, pero también se refirió al costo de la generación.
Ejemplificó que “generar energía eléctrica con agua tiene un costo de 10 dólares por MW, con petróleo cuesta 150 dólares, y comprado en Argentina o Brasil (cuando falta en Uruguay) tiene un costo de 350 dólares”, aclarando que ese precio internacional “no es porque sean malos, sino porque cada país utiliza la máquina marginal que le queda para generar para vender, y generalmente es la menos eficiente, y también la más cara”. Sin embargo, con la introducción de las nuevas energías, “el promedio del costo cambia, porque ahora hay agua y nos va bárbaro y el costo de generación es bajo, y otro año por falta de agua se da un déficit de 600 millones de dólares --como hubo-- porque tuvimos que generar con petróleo o comprar a Brasil o Argentina. Y con las nuevas energías pasa a ser más estable, porque la eólica se compra a 60 dólares el MW porque le embocamos, tenemos factor viento y también influyó la crisis europea (bajaron los costos de los equipos); la energía fotovoltaica en el orden de los 90 dólares. Entonces si falta agua no habrá que agregarle 150 o 350 dólares, va a ser agregarle 70 dólares. Y de ahí el costo energético”.
Kreimerman resumió que “la diversificación de la matriz energética significa mayor soberanía, habrá menores costos, una mayor oferta, y un cambio ambiental”.
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