Locales | 07 Sep Una mesa de intercambio de opiniones y propuestas sobre la reutilización de los eucaliptos que se talen en la costa sanducera y el Parque Municipal se realizó en la Sala de Conferencias “1º de Julio” de EL TELEGRAFO bajo el título “Intervenciones urbanas con licencia social”, organizada por Paysandú Nuestro con la exposición de Noela Pandulli, Rubens Stagno, Federico Percibal, Andrea Ostuni y Emilio Roque Pérez.
En el comienzo, Pandulli explicó que la organización de la sociedad civil abrió esta instancia de intercambio para exponer soluciones ante “la eventual tala de los eucaliptos” y señaló que el concepto de licencia social se utiliza en las empresas privadas, fundamentalmente en emprendimientos mineros, tras una iniciativa de la Organización de Naciones Unidas en 2004 para definir la defensa de los recursos de un grupo de pescadores.
Resumió que “el concepto refiere a la aceptación o aprobación que otorga la comunidad local a un proyecto que tiene fuerte impacto en su vida y bienestar”, en tanto remarcó que “la licencia social es muy dinámica y no es algo que se obtenga para siempre, sino que puede perderse” ante el incumplimiento de la planificación y aceptación establecida.
Stagno recordó que Paysandú “tuvo dos grandes momentos donde se acercó la ciudad al río. En 1855, el jefe político Basilio Pinilla llevó la ciudad que finalizaba en calle Piedras (Carlos Albo) hacia el encuentro con el río”, además “hizo el deslinde del barrio del puerto y proyectó avenida Brasil”. Posteriormente, “en 1940 la ciudad va al encuentro del borde costero con el arquitecto Oscar Garrasino, que junto a otros profesionales recién egresados de la Universidad de la República introducen una arquitectura maravillosa, nuevos criterios de diseños urbanos y de usos del río para lo que hoy llamamos ‘sol y playa’. Por esa época ocurría algo similar en Montevideo, que iba descubriendo las playas y la rambla”.
Con la ampliación de la zona costera, comenzó la forestación con especies de eucaliptos “que son estos árboles con los cuales nos sentimos identificados. No soy especialista en sanidad vegetal para decir si está bien o no cortarlos, pero evidentemente nos duele y buscamos alternativas frente a esa situación”. Stagno sostuvo que “nos encontramos en un gran tercer momento”, para elaborar un plan director integral que desarrolle el borde costero”.

ATAQUE FEÍSTA
Percibal, en representación de Paysandú Nuestro, destacó el proceso llevado adelante en esa área, “donde se pusieron ansias, planificación y cuidado”, pero que en la actualidad se encuentra “descuidada y corre riesgos graves, al igual que la ciudad”. El arquitecto contó que “el constructor Jorge Jesús me dijo un día que estamos invadidos por una nueva corriente artística que hemos inventado con mucho ingenio y la defendemos a muerte y es ‘el feísmo’”.
Según Percibal, “el feísmo actúa de a poco en la cabeza de cada persona que interviene. Nosotros podemos afear las cosas con acciones diarias, porque la ciudad necesita cuidados y una pasión para vivir en ella”.
Tras su exposición, proyectó imágenes con diversas posibilidades de uso de la madera en equipamiento urbano y sus variantes artísticas o utilitarias, en modalidades de pérgolas, bancos, camineros o jardineras. A su cierre, mostró un tablón de eucalipto colorado aserrado para testificar acerca de la especie en cuestión. “Se lo critica porque es una madera indomable, difícil de secar y trabajar. Tenemos árboles de más de 50 años en la playa y prácticamente no se consigue esa especie porque se han talado, no se planta ni se replanta ante su complejidad. Por eso tenemos un patrimonio en la playa”, resaltó. Para el profesional, “transformar esta madera en astillas y humo, es un ataque feísta. Creo que la sociedad debería manifestarse y manejar alternativas ante esta cuestión, junto a quienes administran los bienes municipales”, concluyó.
Por su parte, Ostuni presentó sugerencias enmarcadas en una propuesta de desarrollo integral de la zona costera, donde contempla “las acciones futuras” bajo una planificación que deberá mantenerse “más allá de que cambien los gobiernos”. Es así que propuso “un nuevo perfil para la costa que posicione a la ciudad como un centro promotor de desarrollo científico y artístico, expandiendo sus efectos hacia el entorno local y regional”. En referencia al desarrollo recreativo, sugirió “un reordenamiento integral de la costa desde el diseño arquitectónico”, ante la falta de un plan continuo que permita ofrecer diseños de vanguardia y atraer a un lugar que resulte de mayor interés.
La arquitecta promueve una reformulación de la faja costera con forestación atractiva y tomó como ejemplo el trabajo realizado por el colectivo organizador, que recuperó especies autóctonas en determinadas acciones voluntarias.
En referencia a los objetivos de desarrollo productivo, Ostuni apuntó a las opciones existentes con la promoción de emprendimiento público-privados “que apunten a consolidar un perfil innovar para las ciencias y las artes”. Explicó que “los territorios son el soporte de las actividades que ocurren sobre él y si nosotros imaginamos, pero además planificamos, lograremos su desarrollo productivo y económico”.
Seguidamente enumeró una diversidad de objetivos, “con la posibilidad de potenciar la hotelería y gastronomía en esa zona, la actividad portuaria que deberá articularse con la ciudad y fomentar el turismo, ante el aumento del tránsito de camiones”. Finalmente propuso “el reordenamiento y reafirmación de las actividades náuticas y de pesca”, con las fortalezas que presentan las organizaciones establecidas con el Yatch Club y el Club de Pescadores.
Finalmente, Pérez valoró las propuestas presentadas y el trabajo que promueve la organización de la sociedad civil. No obstante consignó que “la información está porque se lo dije a la prensa oral, escrita y televisiva”, en tanto señaló que “hasta cierto punto ha habido mala información” de los mismos medios de comunicación “cuando salió impactando de que nosotros íbamos a cortar todos los árboles de la playa y del parque y eso no es así”. Pérez hizo referencia al informe del ingeniero Carlos Pérez que, según dijo, “planificó en tres etapas lo que se hará ahora en unos cinco años y lo que continuará con un cronograma o planificación de cortes que él mismo los marcó”, en tanto, “el arquitecto Carlos Pellegrino nos indicó las variedades que coincidíamos en un cien por ciento con lo que presentaba Paysandú Nuestro”. Informó que hace aproximadamente unos diez días viajó junto al encargado de Paseos Públicos, Julio da Silva, a un vivero de Toledo donde constató la existencia de árboles autóctonos de porte relevante y adelantó que traerán al menos un centenar para forestar la costa. El ingeniero Carlos Pérez llegará a Paysandú para comenzar “a marcar el jueves o viernes” a los árboles que se cortarán y serán “solamente los que presenten la peligrosidad de caerse, los que están secos y las ramas secas de aquellos que se encuentren sanos”. Sostuvo que “con los árboles que se han caído y los que se van a cortar se harán tres pérgolas similares a las que se encuentran en el aeropuerto, bancos con mesas y papeleras”.
El jerarca municipal señaló que “no es nuestra idea comenzar a talar” y leyó el titular de un artículo de EL TELEGRAFO que contenía en una carpeta junto a otros papeles utilizados durante su exposición. “’Tala de árboles se llevará adelante en la zona costera’; yo, como un ciudadano común que no sabe nada de forestación, tomo a la tala como el corte indiscriminado” y se dirigió al auditorio para reiterar que “no vamos a talar todo, sino por etapas que deberá continuar la administración siguiente”. Finalmente recalcó que la licitación es conocida “todo Paysandú si ingresa en la página web de la Intendencia, donde se encuentran el llamado”.