Opinion | 14 Sep En una conferencia de prensa junto a la mandataria de Chile, Michelle Bachellet, el presidente José Mujica habló de la necesidad de participar del Tratado Trans Pacífico (TTP). “Hay que estrechar la relación con la costa del Pacífico. No sé cómo ni cuándo, pero ineludiblemente algún día tendremos que hacerlo”, remarcó.
Ese “no sé cómo ni cuándo” está dicho con profundo conocimiento de causa, en tanto sabe que dentro de su propia fuerza política existen posiciones antagónicas que parten desde diversos sectores. A excepción del vicepresidente, Danilo Astori. “Creo que Uruguay debe seguir este camino y el Poder Ejecutivo está muy convencido, con el presidente Mujica a la cabeza, de que debemos hacerlo”, sostuvo el verdadero conductor de la política económica uruguaya.
José Bayardi, asesor de la presidencia del Frente Amplio en política internacional, y que presidiera en 2013 la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio (Carifa), además del senador del Espacio 609, Alberto Couriel, han declarado en reiteradas ocasiones que la prioridad estratégica es el Mercosur.
Incluso el economista Couriel explicó que la Alianza del Pacífico “se da entre los países que tienen Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos” y que “desde ese punto de vista, a aquellos que en el pasado no estuvimos de acuerdo con el TLC con Estados Unidos nos sería dificultoso ingresar a una alianza en la que el predominio de este país es muy importante”. Incluso sabe que eso le valdría a la fuerza política ingresar en la misma discusión que la mantuvo enfrascada durante 2006.
En aquel entonces, el expresidente Tabaré Vázquez, afirmaba que “si es un tratado de libre comercio, será un tratado de libre comercio”, al tiempo que su ministro de Relaciones Exteriores, Reynaldo Gargano, señalaba que si se estaba negociando un TLC “dejaré de ser canciller”.
En la última exposición de los presidenciables en la Expo Prado el tema estuvo sobre la mesa. Pedro Bordaberry se manifestó proclive a un acuerdo de estas características porque, según dijo, Uruguay está “encerrado en el Mercosur, cuando el mundo va para otro lado”. Luis Lacalle Pou recordó que Estados Unidos hoy no negocia “pico a pico” sino por bloque y que el Mercosur debe sentarse a dialogar y resolver acerca del Código Aduanero, zonas francas e integración energética. Pablo Mieres valoró un tratado de libre comercio, además de la permanencia en el Mercosur que no se puede abandonar “por mil razones” y finalmente Vázquez delineó un final abierto. Hay que “seguirlo de cerca”, porque los “ingredientes profundos” del acuerdo “no están definidos”. De hecho, Brasil “tampoco está participando”, pero “si consideramos que son favorables lo haremos”, dijo Vázquez. La actual Cancillería no quiere hablar del tema porque sabe que cualquier decisión pesará en el relacionamiento con Brasil --que se cuida especialmente-- tras el disgusto ocasionado cuando Uruguay decidió transformarse en un miembro observador del TTP y la desconfianza que le genera al grande sudamericano la influencia ejercida por Estados Unidos allí.
Por eso no se sabe “ni cómo ni cuándo”. Porque tiene que ver con la interna política y su “antiimperialismo” antes que una confrontación con la oposición.