Deportes | 14 Sep En una cancha en la que parecía que no se podía jugar un buen fútbol debido a la cantidad de agua y barro que había, Rampla e Independiente demostraron que cuando se quiere, se puede. En uno de los mejores partidos de la temporada, jugado con mucha técnica, entrega y ganas, el picapiedra derrotó 4 a 3 al rojo, en juego intenso que hasta el último minuto de juego tuvo al público presente con la mirada atenta dentro del campo de juego.
Se jugó muy bien, con la pelota contra el piso, sin abusar del pelotazo más allá que la cancha y la pelota, que estaba rapidísima, se prestaban a desplegar un fútbol desprolijo. Pero Independiente y Rampla se animaron, salieron con todo desde el inicio del encuentro con la intención de quedarse con los tres puntos, tan necesitados por el picapiedra.
Daglio, de gran partido, movió los hilos en el ataque de Rampla, convirtiendo dos golazos. El primero de tiro libre, inatajable para Garrone, y el segundo tras una muy buena combinación con Vallejo. Más allá de la cantidad de goles convertidos, los arqueros fueron figuras debido a que De los Santos atajó tres pelotas de gol, y en el arco de enfrente, Garrone salvó unas cuantas más.
En la segunda mitad parecía que la cancha se iba a tornar pesada e iba a bajar el rendimiento de los equipos, pero no fue así. Rampla anotó el cuarto a poco de iniciado el complemento e Independiente se fue con todo al ataque en busca del descuento, ya que el entrenador Cáceres mandó a Mársico a la cancha y comenzó a jugar con tres delanteros, logrando el descuento a falta de 15 minutos para la finalización del encuentro. El picapiedra comenzó a abroquelarse en el fondo, resaltando aún más la figura de Richard Martínez, de gran partido, y se perdió en varias ocasiones la chance de aumentar.
Rampla aguantó y largó el grito de desahogo cuando Vignoly pitó el final del partido, que le dio tres puntos importantes al picapiedra pensando en salvarse del descenso. MJTB