Rurales | 14 Sep El titular de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Ruben Echeverría, se refirió a la necesidad de “poder dar a la gente de nuestro campo las mismas oportunidades que aquellos que viven en las ciudades”, al tiempo que mostró su preocupación por “el acceso a la salud, educación, capacitación y comunicaciones en nuestra campaña”.
Apoyó la acción de Mevir iniciada por el doctor Gallinal, “la que desde los años 90 con los complejos en el campo y vivienda rural aislada ha acercado al trabajador a su lugar de trabajo, en tanto a los pequeños productores se les da una solución a su vivienda”.
Sostuvo que “la condición humana adquiere su mayor dignificación a partir del estudio y el trabajo y no hay otra respuesta para progresar en la vida”. Al respecto se refirió a una anécdota: “el hijo de un veterano productor rural, contaba que alguien le marcaba a su padre la suerte que tenía por su hermoso establecimiento, por las prolijas poblaciones, la maquinaria, su moderna camioneta y en definitiva su buen pasar. Fue entonces que aquel paisano respondía ‘cuanto más trabajo, más suerte tengo’”.
Echeverría indicó que “el agronegocio explica el 35% del Producto Bruto Interno según estudios realizados por el IICA, más del 75% de las exportaciones y ocupa 170.000 personas en forma directa”, al tiempo que reivindicó “a la familia rural como la célula base del trabajo que comienza en el campo y termina en el consumidor final, luego de multiplicar trabajo en todas las etapas intermedias. Trabajos realizados por la Universidad de la República indican que el sector agropecuario es el que más efecto multiplicador tiene y más derrama en toda la sociedad, multiplicando por más de 6 veces su actividad”.
Agregó que “recientes estudios de Cinve indican que la ganadería y los granos, luego de la informática, son los sectores que más innovación y desarrollo nacional tienen en relación con el valor final de la producción. Estas profundas y desapasionadas investigaciones muestran dónde está el verdadero know how nacional y el conocimiento aplicado, dando por tierra con el viejo mito del agro extensivo y estancado”.
Para el presidente de ARU, el país debe continuar robusteciendo el sistema nacional de investigación y los procesos de cambio tecnológico como elementos clave para el mantenimiento de la competitividad del sector.
Acotó que deben promover técnicas y sistemas de producción innovadores que aporten a la producción, en disciplinas como la biotecnología, la genética, el silvopastoreo. “Felicitamos el apoyo al riego en la reciente propuesta conjunta del Ministerio de Ganadería y el Banco de la República. En definitiva deben existir políticas de Estado que apunten a promover todas aquellas prácticas que estén en la frontera del conocimiento tecnológico y de su aplicación real”, apuntó.