Rurales | 22 Sep En el marco de la jornada citrícola organizada por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria en la regional INIA Salto Grande, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, dijo que en los próximos dos años habrá en el norte del país 6.000 hectáreas de cítricos.
El jerarca señaló que esta jornada llega después de “cuatro años de trabajo ininterrumpido construyendo día a día la agenda del Plan Estratégico del Sector Citrícola”, y recordó que en ese plan se definieron los cuatro ejes estratégicos para el desarrollo de la citricultura en el país.
Uno de los primeros ejes destacado por Aguerre fue la necesidad de apertura de nuevos mercados “porque no podemos crecer sin mercados”, en tanto el segundo fue “la decisión política del gobierno de poner a la citricultura como el primer tema de negociación con la principal potencia del mundo que es Estados Unidos”.
Destacó el alto impacto que tiene esta producción en la generación de empleos: “más de 17.000 personas en el litoral del país tiene que ver con esta cadena productiva”, y aclaró que el futuro de ésta “no se arregla solo con reclamos y con lamentos”, por lo cual “se puso en la agenda la necesidad de investigación y desarrollo”.
Resaltó que INIA lleva en los últimos cuatro años una inversión de “más de un millón de dólares en el plan de saneamiento”, lo que genera garantías de que luego de acceder a un mercado tan importante como el estadounidense se pueda mantener la calidad y productividad del rubro, teniendo “muy en claro que son ciclos productivos muy largos”.
En cuanto a la presencia del HLB en la región y su impacto en los montes citrícolas y en su producción, indicó que “la mejor cura es la prevención”.
Recordó que su primer viaje en comitiva oficial fue a Bolivia, donde ofreció a las autoridades de ese país el asesoramiento para “fortalecer todo su plan sanitario para el control de la aftosa”, porque para el jerarca “el mejor control que podemos tener para la aftosa, además de la vacunación y de los cuidados, es que la aftosa esté lo más lejos posible”.
Luego de referir el accionar ministerial en el tema de la aftosa, lo comparó con el HLB, recordando que “las enfermedades y plagas no respetan las fronteras geográficas o políticas y por lo tanto hay que tener actitudes preventivas”. Por lo cual resaltó el hecho de poder contar en el país con un “Plan de Certificación de Plantas y la certificación obligatoria de viveros de citrus”.
El Plan Estratégico de la Citricultura, que incluye al MGAP, INIA, Inase, los sindicatos de trabajadores, las empresas citrícolas y a las gremiales de productores familiares, es un claro ejemplo para el jerarca de lo que puede lograrse con una buena articulación institucional. “Todos juntos hemos trabajado pero con un marco claro y sobre todo con una decisión política de llevar adelante estas acciones”, acotó.
Aguerre reclamó que en la jornada no se hubiera manifestado que desde “la última crisis del cancro en la década del 80, hasta ahora, nunca había existido una decisión política de poner a la citricultura el empeño que se le puso ahora” y adelantó que en los próximos dos años se sembrará en el litoral norte del país entre 4.000 y 6.000 hectáreas de cítricos en base a proyectos que ha tenido conocimiento.

BAJA DE ARANCEL
Consultado sobre posibles negociaciones para bajar el arancel de ingreso a los países del bloque europeo --recordemos que la mandarina enviada a Europa tiene un arancel de 14%--, Aguerre dijo que “los aranceles los ponen los países y es muy difícil que uno desde el otro lado los pueda cambiar. La manera inteligente que encontramos de competir con esa situación es ingresar en algunos mercados donde no tenemos arancel, como es el caso de Estados Unidos”.
Indicó que un eventual libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea puede ser muy importante para cuatro rubros que son muy sensibles a los aranceles y que claramente tendrían un impacto muy positivo a partir de una reducción arancelaria: cítricos, pescados, arándanos y cueros.
Para el jerarca, el Mercosur no es un límite para las pretensiones de Uruguay en la inserción internacional, y recordó que “el Mercosur y la Unión Europea han realizado esfuerzos, no muy fructíferos por cierto, de intercambio de ofertas. Se avanzó bastante, Argentina venía bastante relegada pero el año pasado se llegó a hacer una oferta y en este momento está siendo considerada por los dos grupos”.
Aguerre indicó que “en realidad la negociación entre dos bloques y siendo un país como Uruguay tan pequeño en un bloque regional, nos limita un poco.
Por eso la política de un regionalismo abierto, por eso la política de plantearle al Mercosur de que tengamos cierta excepcionalidad, por lo menos en algunos rubros, pero también veamos que durante mucho tiempo y en otros rubros el Mercosur ha sido una solución para otras cadenas que no son de base agropecuaria”.