Locales | 24 Sep El uso de una bufanda con los colores de la bandera de Palestina en momentos que el grupo extremista Hamás y el Estado de Israel intercambiaban misiles sobre sus respectivos territorios, despertó polémica en Uruguay, y el canciller Luis Almagro fue duramente criticado por haberla usado y fotografiarse con los integrantes de la comunidad palestina en Chuy que le regalaron la prenda, en lo que parece una señal de parcialidad hacia un sector beligerante.
“Siempre hemos tenido una posición de equilibrio y absolutamente balanceada en este conflicto”, dijo el ministro agregando que “hemos sido muy claros al condenar los actos terroristas de Hamás y hemos sido muy claros al condenar cuando se vuela una escuela con los gurises adentro, porque no hay indulgencia posible para un acto de esos. Sería completamente contrario a un posicionamiento político digno mirar para otro lado en esos casos. Así que también hemos sido fuertes a la hora de condenarlo”.
Sobre la bufanda, dijo que “en cuanto a la simbología de los países siempre las respetamos y las asimilamos”.
“Cuando visitamos Israel, los uruguayos que viven allá querían que el canciller de ellos tuviera una asimilación con la simbología judía. Y creo que tienen derecho a que uno haga eso, y lo hicimos”.
“Pero también tienen derecho en la comunidad palestina en el Uruguay de que uno se ponga una bufanda y ellos sacarse una foto”.
A juicio de Almagro, “Uruguay es un país multiétnico, tenemos que entenderlo. No somos un país homogéneo, tenemos un 16% de afrodescendientes, viven judíos, viven personas de origen árabe musulmán y cristiano y obviamente toda la migración de origen español, italiano y también de Europa del Este y otros países”.
“Este es un país culturalmente muy rico y que se agrandó por eso, asimilando todas esas fuerzas migratorias. Y para el futuro, Uruguay tiene que ir cada vez más transformándose en un crisol de razas, de gente y de culturas”.