Paysandú, Lunes 29 de Septiembre de 2014
Rurales | 29 Sep Procurando hacer más eficiente el consumo del servicio y mejorar así la competitividad, unos 200 tambos que remiten leche a la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole), son auditados con relación al uso de energía eléctrica para definir medidas.
Se trata de un proyecto de esa cooperativa de productores y la empresa estatal UTE, financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El coordinador técnico del proyecto, Pablo Darscht, explicó que el objetivo es mejorar la eficiencia energética en la cadena láctea, específicamente en la etapa preindustrial, es decir en el tambo y en su transporte hasta la planta industrializadora de Conaprole, promoviendo el uso de energías renovables en ese proceso.
Agregó que la manera de trabajar en la eficiencia dentro de los establecimientos lecheros es a través de auditorías energéticas, que consisten en un proceso de diagnóstico y asesoramiento sobre el tipo de consumo eléctrico que necesitan los tambos y sobre las medidas para mejorar ese consumo.
El proceso para integrar este proyecto comienza con la solicitud del productor para que se realice una auditoría energética en su establecimiento.
Para ello, se convocó a los técnicos zonales y se presentó el proyecto en diversas ferias sectoriales, donde se informó sobre el proyecto y el modo de acceder a una auditoría por diversos mecanismos que incluyen el sitio web (www.energia.eleche.com.uy) o el envío de mensajes de texto.
Darscht explicó que la auditoría tiene un costo, pero que es cofinanciado entre el productor y el proyecto del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), del BID.
Los técnicos analizan la seguridad eléctrica, las instalaciones y si se cumplen las medidas mínimas de seguridad para las personas. También identifican los equipamientos que son los principales consumidores de energía, como el tanque de frío de leche, y se examinan su tipo de conexión y se sugieren medidas para mejorar su uso de manera más eficiente.
A partir de un análisis de la información histórica sobre el consumo del tambo, se determina si el tipo de conexión contratada a UTE (Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas) es la más favorable para su nivel de consumo.
También se estudian temas operativos, por ejemplo, desplazar los consumos dentro del funcionamiento del tambo a horarios donde la energía es más barata, entre otras recomendaciones.
ADECUAR CONEXIÓN
El responsable de la Unidad de Eficiencia Energética en UTE, Marcelo González, dijo a la Secretaría de Comunicación que la empresa cuenta con una unidad de eficiencia energética que atiende este tema para toda la producción y que específicamente se decidió trabajar con el sector lechero debido a que se trata de un sector con gran cantidad de pequeños productores familiares que no siempre llegan a las energías renovables.
Añadió que dentro del esquema de la eficiencia energética existen tres tipos de medidas: de cero costo, bajo costo y de grandes inversiones.
La primera medida en una auditoría es constatar el tipo de tarifa contratada. Los tambos son estructuras familiares y en muchos casos comenzaron como una actividad que se agregaba al predio donde se encontraba la vivienda del productor, con una tarifa residencial. Tal es el caso del 33 % de ellos.
Una de las recomendaciones que realiza UTE es que se mida el costo de la energía eléctrica y, ejemplificó que varios tambos utilizan un solo medidor donde se contabiliza el consumo del tambo junto con el de la vivienda del propietario y la casa del peón que trabaja allí.
De esa manera, no es posible conocer el consumo discriminado, algo que se puede conocer teniendo un medidor exclusivo para las instalaciones del tambo.
En cuanto a la energía renovable, el proyecto aspira a que los establecimientos cuenten con energía fotovoltaica para generar la energía que consumen. En esa línea, UTE prevé luego un proceso de facilitación en el financiamiento de la instalación de los equipos solares.
EFICIENCIA ENERGÉTICA
Actualmente hay 240 de los 500 tambos elegidos en alguna etapa de proceso de auditoría, 150 de los cuales ya culminaron las tareas. Entre los resultados obtenidos sobre los elementos a mejorar en el establecimiento se identificaron varios temas en común: el tipo de conexión contratada a UTE, el costo del calentamiento de agua y el consumo energético de los grandes equipos del tambo. Con relación al tanque de frío, el mayor consumidor de energía es el tambo, que recibe la leche que sale de la máquina de ordeñe a 35 grados y debe bajar la temperatura para conservarla a 4 grados, se recomienda la instalación de un dispositivo denominado intercambiador de placas y que permite bajar la temperatura del producto 10 grados previo a que ingrese al tanque de frío.
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