Locales | 25 Sep Desde temprano el predio de la Asociación Rural Exposición Feria comenzó a poblarse de campamentos con la llegada de las primeras aparcerías que fueron llegando para prepararse para emprender hoy la marcha hasta la Meseta, en el vigésimo Encuentro con el Patriarca.
Como no podía ser de otra forma el ambiente era festivo desde el primer momento. Caballos, fogones, ropa típica, los emblemas de las aparcerías o sociedades tradicionalistas, algún asado por acá, un truco por allá, como para ir matando el tiempo antes de que llegue la noche, entre anécdotas de marchas anteriores de los más veteranos y la expectativa con la que llegan los primerizos.
Anoche, por ejemplo, hubo festejo en el campamento de la Sociedad Nativista Las Boleadoras, de San Javier, a dos parrillas; una de ellas alojaba desde temprano un lechón de buen tamaño, acorde a lo numeroso del grupo, y a la noche estaba previsto cortar una torta.
“Hay gente en el grupo que festeja 10 años que vienen, muchachos de Montevideo que vienen desde niños y hoy cumplen los 10 años acá; con gusto, con mucho orgullo y siempre trayendo más gente para esto”, dijo Daniel Froste. El grupo comenzó a venir con una delegación de poco más de 20 integrantes. “Hoy ya somos 70, y consiguiendo gente que se suma de repente de Rivera, de Tacuarembó, de Treinta y Tres, de Montevideo, con nosotros”, relató.
Froste explicó que “todos los años vendemos chorizo, shashlik, para beneficio de la gente. Vendemos un servicio para juntar para esto, más el transporte. Lo más importante es que hay gente que sigue esto, los gurises siguen viniendo, tenemos un grupo de gurises sensacionales, que van aprendiendo y son ellos los que en el futuro van a seguir con esta tradición”.

TRADICIÓN ENCUESTRE
Además del entretenimiento y la dimensión social que tiene la marcha hacia la Meseta para las poblaciones rurales, en líneas generales hay dos grandes llamadores a participar de esta fiesta: por un lado la figura de José Artigas y por otro la del caballo.
Un ejemplo de esto último es el caso de la agrupación Siete Cerros, de Montevideo. “Venimos llegando, somos unos treinta y pico de integrantes que venimos por primera vez a presenciar el evento, a ver cómo es la marcha a la Meseta. Venimos con la mejor expectativa, sabemos que vienen más de 150 aparcerías. Pensamos que va a ser algo inolvidable. Traemos mucha juventud con nosotros, muchos niños que también quieren unirse al caballo”, indicó el presidente de la agrupación, Leonardo Saracho.
“Somos todos trabajadores, yo nomás tengo un pensionado de caballos y también retiro residuos de los supermercados. Cuando puedo me dedico al caballo. Hay un muchacho que es tornero, otro muchacho es fletero. Somos trabajadores a los que nos gusta, que tenemos los caballos y nos juntamos a andar en todos los eventos. Habíamos ido a la Patria Gaucha y nunca pudimos hacer este. Este año dijimos ‘la meta es la Meseta’ y acá estamos, a ver qué nos depara el destino”, señaló.
Saracho explicó que el grupo tiene costumbre de movilizarse a lomo de caballo, pero en esta ocasión debieron emplear vehículos para acortar los plazos.
“Desfilamos todos, vienen dos carros, que van a desfilar también, que quedaron más atrás porque tuvieron un desperfecto, pero venimos bien armados. Nosotros siempre, en el festival de durazno, en Minas y Abril, siempre andamos de a caballo, a pata de pingo, por tierra. Pero esto eran muchos días y por los trabajos, por todo, se nos complicaba, y vinimos embarcados”, agregó.

REPUBLICANA
También en vehículos llegó una delegación de la Guardia Republicana, con doble cometido: participar y garantizar la seguridad durante el evento, según señaló el encargado, teniente primero Fabián Monzón.
“Trajimos 10 jinetes, los respectivos choferes de cada vehículo, una cocina de campaña con los respectivos cocineros, y un móvil con toda la logística, carpas, catres, todo lo demás. Venimos en función de acompañar la marcha y, obviamente, como policías que vamos a la marcha uniformados y armados cumplimos funciones de mantenimiento del orden. Tratamos de pasar desapercibidos, si se nos requiere cumplimos funciones de policía”, manifestó.
El teniente primero Monzón agregó que “el último día nuestra unidad se caracteriza por tener un servicio, uniforme de gala, con el cual se rinden honores. Vamos a desfilar con uniforme de gala, tradicional de la unidad, portando los pabellones de la Guardia Republicana”.
Con diferente motivación llegó Selva Martínez, integrante de “Los Patricios de Florida”, una aparcería que dice presente en forma ininterrumpida desde el año 2000. “Venimos con todo preparado, hace años que venimos. Traemos estos chiquilines nuevos este año porque ya estamos medio veteranos nosotros”, dijo, distrayéndose unos minutos de la partida de truco.
“Yo hago toda la marcha porque tengo dos yeguas, y él es el cocinero que tenemos de toda la vida, somos como 40. Este año venimos unos 30, pero somos muchos más socios, desfilamos casi todos. Entre todos llevamos 40 caballos, pero aspiramos a ser más el año que viene. Para nosotros es la diversión más linda que hay, es el paseo más lindo, porque es una aparcería de muchos años. Para venir acá estamos meses y meses haciendo reuniones, porque nos encanta”, agregó.

IDEARIO
En la aparcería de San Javier durante las noches del encuentro se aprovecha para transmitir a los más jóvenes el sentido de esa marcha y la relevancia de la figura del prócer.
“Nosotros sentíamos que había necesidad de seguir con el legado del pueblo uruguayo, y por suerte los gurises que vienen con nosotros tienen en el termo el ideario de José Artigas. No tienen otras divisas, de otros extranjeros. Una vuelta un periodista me preguntó, cuando hicimos La Redota, por qué festejábamos la muerte de Artigas. Le dijimos que no festejamos la muerte de Artigas, festejamos lo que nos dejó, las ideas, y tratamos de mantenerlas. En los fogones aquí en la noche hay maestros que vienen con nosotros, se habla de estos temas, porque eso tenemos que dejarles a los gurises que vienen con nosotros”, afirmó Froste.
“Algunos se piensan que uno viene por el hecho de venir y tomar. Acá hay que tener mucha conducta porque manejamos muchos jóvenes. Acá se toma, como en toda sociedad, en todo ambiente familiar, pero con mucha cautela. Y hay que tener mucho cuidado de lo que se habla, porque tenemos que dar el ejemplo a estos chiquilines, es el mensaje que estamos dando”.