Deportes | 28 Sep Mientras los clubes de la Liga de Fútbol decidieron no ceder ante los ocho puntos exigidos por los árbitros tras la agresión sufrida por el colegiado Guillermo Palivoda, las acciones judiciales de éste contra sus agresores, un par de jugadores de Nuevo Paysandú, continuarán mañana.
La mala noticia, más allá de las razones que podrían asistir a la Liga como a los árbitros, es que Palivoda perdió, debido a la agresión, el 20% de la audición del oído derecho. Y, lamentablemente, es irrecuperable.
Así lo diagnosticó el otorrinolaringólogo que atendió y realizó los estudios a Palivoda, según los resultados entregados al colegiado a lo largo de la semana.
“Lo que está roto es irreversible, lo que se va a hacer es otra prueba antes del viernes, para ver si la situación empeora o queda ahí”, dijeron allegados al árbitro.
“El médico espera que todo quede ahí, pero no descartó que pueda seguir empeorando, aunque se iniciará un tratamiento para evitarlo”, se agregó. El lunes a las 13.30 Palivoda tiene audiencia en el Juzgado, pero minutos antes se presentará ante el médico forense actuante para elevar los estudios realizados y el diagnóstico del profesional que lo atendió, teniendo en cuenta que se actualizará el informe que se elevará al juez actuante.
Hoy, Palivoda no solo tiene un 20% menos de audición en el oído derecho, sino que siente un zumbido prácticamente permanente que provoca un fuerte dolor de cabeza.
Pero, esa pérdida de audición, es irreversible.
A lo largo de esta semana se le volverá a realizar un nuevo estudio para evaluar si la situación ha empeorado o se mantiene igual.
Pero hoy, el árbitro que es socio de Racing, Independencia y San Félix, espera que la agresión sufrida por parte de un par de jugadores de Nuevo Paysandú no siga pasándole más facturas de la que ya le ha pasado.
Mientras tanto, los árbitros siguen en silencio.
Luego de la reunión en la que los clubes anunciaron que mañana enviarán un telegrama colacionado a los árbitros para dirigir el jueves partidos de Sub 14, han manifestado que no harán declaraciones públicas y que esperarán a ver en qué decanta esta situación que tiene paralizado al fútbol sanducero.
Y, lo peor de todo, es que no se sabe por cuánto tiempo, al punto que a esta altura cabe preguntarse si la temporada no se terminó el pasado fin de semana.