Paysandú, Viernes 03 de Octubre de 2014
Locales | 28 Sep Para el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, faltó presupuesto para completar en todo el país los avances tecnológicos necesarios para lograr un mayor control de la delincuencia, como cámaras de video en todos los patrulleros o tabletas para consultas a la base de datos del Ministerio del Interior a través de Internet, o mediante un smartphone (teléfono inteligente) como los que ya son populares en el Uruguay. Consultado porqué en el caso de Paysandú y el Interior la policía no cuenta con equipamiento tecnológico como una tableta con acceso a Internet para consultar antecedentes como desde hace décadas existe en el primer mundo, Bonomi dijo que “cuando entramos al Ministerio en cada comisaría tomaban la denuncia en una libretita y se pasaba a un cuaderno. Y lo primero que hicimos fue informatizar todas las comisarías del país. Hoy uno hace una denuncia en Paysandú y en la comisaría del Cerro aparece. Se requiere la matrícula de un vehículo en Paysandú a las 8 de la noche y a la misma hora aparece en la comisaría de Paso de la Arena. Esto fue el primer avance. Después la reestructura de la policía apunta a toda la policía, porque lo iniciamos con una experiencia piloto en Montevideo que tiene un mayor número de policías y la mayor cantidad de problemas. Y los cambios los hicimos donde hay mayor concentración de gente y mayor ocurrencia de delitos, extendiéndolo luego a todos lados”.
FALTÓ PRESUPUESTO
Dijo que para consolidar ese sistema en todo el país, “la estrategia por la vida y la convivencia que se hizo en Montevideo es la combinación de prevención y represión con políticas sociales llevadas adelante por el Mides, los ministerios de Educación y Cultura, Salud, vivienda, el de Trabajo, Turismo y deportes. Pero cuando lo quisimos bajar a tierra, dos años después de haberse votado el presupuesto, no teníamos presupuesto y tuvimos que redireccionar recursos y llegamos a 36 millones de dólares y lo aplicamos en siete zonas, cuatro en Montevideo y tres en Canelones. La idea es que a partir del presupuesto se llegue a todas las zonas que se necesitan”.
Mencionó también otra prueba piloto “que hicimos en Florida con la policía comunitaria rural, y hoy llegamos a la conclusión que hay que llevarla a todo el Interior. La diferencia de la policía comunitaria rural con el Bepra (Brigada de prevención de abigeatos) es que el Bepra está organizado para reprimir el abigeato, y la policía comunitaria rural todos los delitos que se cometan en el área rural porque entendemos que con el avance y los cambios de la producción que han habido con mayor cantidad de silos e industrialización, hay mayor concentración de gente, y con eso en todos lados aumenta el riesgo de delitos y hay que organizarse de otra manera. Por eso está planteado extender la policía comunitaria rural”.
DIFERENCIAS CON LOS JUECES
Consultado sobre el comentario genérico que la policía detiene a los delincuentes y después la Justicia los libera o procesa sin prisión, y la molestia que esto generaría entre los efectivos policiales y el aumento de la inseguridad, Bonomi respondió que “eso puede influir. Pero se están dando cambios importantes. Se votó por unanimidad el nuevo Código del Proceso Penal que establece otra forma de encarar el problema. No creo que el problema sea si las leyes son duras o blandas, creo que en Uruguay son lo suficientemente duras como para que se puedan resolver los casos. El problema es cómo funciona, porque investiga, procesa y pena el juez y hace el seguimiento del encausado. Esto cambia. Investigará el fiscal, el defensor defiende, el juez procesa y después otro juez pena y un tercer juez hace el seguimiento”.
"A MEDIAS"
Repreguntado si los jueces no aplicaban el rigor de la ley, afirmó que “a medias. Porque el policía tiene que probar el caso ante el juez, y muchas veces el policía --y con razón-- está convencido que determinada persona cometió un delito pero no lo puede probar, y el juez no procesa. Por otro lado, hace unos meses tuve una discusión con algunos jueces, y a la Suprema Corte le llevé evidencias con la filmación de un delito desde que se cometía hasta que lo agarraban y demostraba una rapiña a una señora que la arrastraban ocho metros pegándole en el suelo, y el juez lo procesó por hurto porque no miró el video; los que lo hicieron confesaron el arrebato y los procesó por hurto. Otro caso fue de una señora a la que en el momento que la roban, un patrullero ve lo que pasa y sigue la moto (de los maleantes) y las cámaras toman todo el recorrido, tiran la cartera en una esquina, las cámaras lo filman, le avisan a otro patrullero que va a buscar la cartera que tenía un teléfono de la dueña, llaman diciéndole que tenían todo lo suyo y ella les dijo que aún no había hecho la denuncia. Por otro lado agarraron a los que robaron, y el juez les dio libertad sin antecedentes porque no quisieron mirar el video. Estos dos casos, y tres o cuatro más que llevamos a la Suprema Corte, justificaban lo que a veces se dice”.
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