Opinion | 01 Oct La lista de especies exóticas invasoras presentes hoy en nuestro país es extensa y de variada composición. En algunos casos su introducción fue voluntaria, atendiendo a un determinado objetivo pero ignorando sus posibles consecuencias en términos ambientales o de salud. En otros llegaron al país en forma accidental.
Tanto las especies animales o vegetales exóticas invasoras no sólo no son propias de nuestros ecosistemas nativos, sino que en muchos casos compiten con ellos, por el espacio, el agua y la sombra. Además su control y erradicación requiere de altos costos económicos.
En este marco, el Comité de Especies Exóticas Invasoras, coordinado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) e integrado por diversas instituciones nacionales, identificó, clasificó y evaluó las diferentes especies presentes en el país, priorizando 42 en la publicación Especies exóticas invasoras en Uruguay. Se trata de un material que describe cada especie, así como su impacto sobre el ambiente y la salud, al tiempo que propone acciones para su control y erradicación, con vistas a buscar soluciones colectivas en el tema.
Por otra parte, Uruguay cuenta con unas 740.000 hectáreas de bosque nativo, que se encuentra protegido por la Ley 15.939 que establece la prohibición de su tala, a excepción de los casos en que el producto de la explotación sea para consumo interno del establecimiento o cuando se cuente con un plan de explotación y manejo del monte nativo aprobado por la Dirección General Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Sin embargo, no pocas veces se atenta contra el monte nativo, incurriendo en talas ilegales y dañinas que generalmente pasan desapercibidas por la población y, eventualmente, las autoridades.
El compromiso asumido a nivel país es que para el 2020 se hayan identificado y priorizado las especies exóticas invasoras y vías de introducción, además de controlarse o erradicarse varias de ellas, gestionando medidas para controlar su introducción y establecimiento. En un contexto en que el cuidado del monte nativo se ha vuelto un problema, conocer las especies exóticas que también lo amenazan así como la posibilidad de utilizarlas para leña u otros usos como medida de control es algo que puede ayudar en la protección de la biodiversidad.