el desarrollo en el interior

Locales | 05 Oct “El desafío que tiene el norte del país es que la masa crítica que genera de estudiantes universitarios y pequeños o medianos empresarios se consoliden en el lugar. Porque no alcanza gritarle al sur ¡viva el norte! y nosotros venir del sur a aprender”, dijo el exintendente de Maldonado Oscar de los Santos, ahora candidato al Senado por el Frente Líber Seregni y a diputado por la lista 738 de su departamento, en diálogo con EL TELEGRAFO y hablando sobre el desarrollo del Interior.
Argumentó que “tenemos que generar capacidades propias, capacidades técnicas y de políticas públicas para desarrollar el estímulo para la instalación de la inversión, y cómo ese tipo de emprendimientos accionan otros productores y emprendedores. Porque eso es una cadena virtuosa de oportunidades que permiten una más justa distribución y permiten que el norte se pare frente al sur en otras condiciones, porque a gritos no lo van a resolver. Y algo se ha hecho, como por ejemplo la reactivación del puerto de Paysandú”.
“Me parece que el norte del país tiene un desafío más grande para la cual la representación de nuestro compañero Marco García está preparándose, no hay dudas”, dijo, dándole tono de campaña electoral y en el marco de una visita a Paysandú donde De los Santos se reunió con sus correligionarios, visitó el puerto, la planta de etanol en construcción de ALUR, la de portland de Ancap y mantuvo una reunión con los trabajadores de la construcción afiliados al Sunca junto al candidato a diputado por Paysandú, Marco García y los dirigentes locales Jorge Dighiero, Rubens Stagno, Mauro Buchner y Aníbal Erramuspe.

DESCENTRALIZAR CAPACIDADES
Sobre la situación de Maldonado, De los Santos dijo que el departamento del que fue intendente “se salva con todo el país incluido, integrado. Maldonado creció en 25.000 personas en los últimos siete años, es un 17%, y eso ha generado vulnerabilidades nuevas, asentamientos, situaciones de marginalidad. No todo lo que brilla es oro, y Maldonado no es Punta del Este; hay otro Maldonado que tiene otra cara, no es un mundo aparte y estamos embarcados con este país. Y si estos lugares (en el norte) no se desarrollan, Maldonado va a sufrir consecuencias porque no puede contener en términos de ocupación permanente, contingentes tan importantes de trabajadores, y nosotros nos salvamos con el resto del país”.
Por eso el dirigente entiende que el proyecto frenteamplista “es apostar a la descentralización de las capacidades, y desarrollar con más especialidad la transferencia de recursos hacia los gobiernos departamentales que permitan ser actores de primera línea en el territorio con inversiones de obra pública en infraestructura. Tenemos un enorme desafío de incorporar a través de la ley de inversiones mayores estímulos para la inversión privada porque si no hay desarrollo y crecimiento en estos lugares, no va a haber resolución de los problemas que están planteados. Y si bien la ley de inversiones ha sido una gran palanca de desarrollo, tenemos que pensarla más en esa clave. Y después hay algunos temas que también estamos aprendiendo, como que en el proceso de integración, aunque parezca una utopía, el concepto de cuenca del río Uruguay, que permita que estas cadenas productivas de valor se desarrollen en ambos lados, son procesos a los que hay que ponerle un ojo de las políticas de Cancillería con más detenimiento, porque la interrelación puede ser paralizante o una extraordinaria oportunidad para el desarrollo”.

MAYOR CAPACITACIÓN
Sobre qué es lo que se propone desde un posible gobierno del Frente Amplio ante estas situaciones, dijo que “si uno mira las teleconferencias de Tabaré Vázquez los cuatro lunes pasados, se ve la estructura del proyecto de cambios y este concepto de descentralización y el rol del Estado y de las empresas públicas son parte de las reservas que tenemos. El proceso de descentralización tuvo un salto de calidad en estos nueve años con la creación de los municipios y también la transferencia de recursos, más del 80%. Y el rol de la academia con el conocimiento y la investigación, y también la capacitación de la mano de obra para estos desafíos”. Poniendo un ejemplo local, De los Santos dijo que “hoy hay trabajadores en ALUR que son mano de obra extranjera porque no tenemos las capacidades propias. Y esas oportunidades que pasan en el país hay que aprovecharlas”.
Además, entiende que esa gente formada tendría trabajo, ya que “el Uruguay que estamos construyendo debe desarrollarse. Por ejemplo el puerto de aguas profundas va a ser una necesidad y esa mano de obra es necesaria para la construcción. En la industria de la construcción, los principales clientes eran --con las dos terceras partes-- el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y el Banco Hipotecario, y sin embargo hoy son el 40% y el restante 60% es la instalación de infraestructura con la construcción de silos, de agroindustrias y otras que antes no existían. Hoy hay una demanda de obra calificada, y el país necesita mano de obra que pueda fluctuar dentro para atender esa demanda”.

PROCESO REVERTIBLE
No obstante, reconoció que “eso no se resuelve en un mes, fueron años de degradación del rol de la UTU, de la especialización de mano de obra y la falta de investigación y conocimiento por la cual estamos acá. Es un proceso revertible, y creo que eso va de la mano con la consolidación de este proyecto. Y no lo logramos trayendo mano de obra extranjera, y además la distribución de la riqueza si no es a través del salario y la capacidad del emprendedurismo es muy difícil de resolverla”.
Dijo que para calificar esa mano de obra “la UTEC tuvo un avance importante, y lo otro es que seamos capaces de consolidad proyectos de este tipo para que la gente quede en su lugar, porque si se sigue yendo para el sur porque no tiene alternativas en el lugar, aunque vengan inversiones no van a poder desarrollarse. Necesitamos contener a la gente en sus lugares generando oportunidades, y creo que el rol de las empresas públicas es muy importante, asegurar una macroeconomía sana que nos permita atraer capitales extranjeros, y también generar estímulos para la inversión nacional”. Aseguró que aunque su partido gane la Presidencia con mayoría parlamentaria, “el 27 de octubre es necesario empezar a trabajar una nueva calidad del diálogo institucional entre el gobierno, la oposición y los sectores sociales porque este proceso de cambios trasciende la frontera del Frente Amplio”.