Paysandú, Domingo 12 de Octubre de 2014
Locales | 12 Oct Una acción disuasoria. La estrategia no puede ser otra. Habrá pensado que mientras se distraen apuntándole a él, pierden el objetivo principal que es ocuparnos de Vázquez. De cualquier manera las brutalidades que dijo son expresión de su más genuino y auténtico estilo irascible, agresivo y grotesco. Tan es así, que cuando no está de ese talante, se nota un esfuerzo de su parte por tener un trato socialmente normal. Con cierta indulgencia se podría admitir que cuanto más se aparta de su personalidad --la que lo hizo subversivo-- más se acerca a la del “viejito campechano”. Con “la ferretera” deja contentos a “los del palo” y haciéndose “el macanudo” le hace tragar la pastilla a los eternos ilusos. Y alternando las dos cosecha, aplicando aquello de “como te digo una cosa te digo la otra”… y hace lo que se le antoja.
De cualquier manera usando “el verso” de que los nacionalistas nos negamos a la venida de los “presos” de Guantánamo, dijo que los dirigentes del Partido Nacional eran unos “almas podridas” y “cobardes”, “demagogos electorales” y que “estaban en contra del país”.
Ante eso digamos muy brevemente que, para que hoy exista nada más ni nada menos que el voto secreto, la representación proporcional y la autonomía de los departamentos, la sangre que se derramó en los campos de batalla, peleando y dando la vida cara a cara frente al enemigo, fue la sangre del Partido Nacional. Y venidos de la guerra al Parlamento a partir de 1905, sus legisladores forjaron el cimiento de la legislación social del Uruguay. A fin de poner a los personajes cada cual en su lugar, indiquemos que los auténticos cobardes fueron y siguen siendo aquellos que en la clandestinidad desde inicios de la década del ‘60, atacaron al gobierno constitucional del Partido Nacional, secuestrando, robando y asesinando inocentes con inyecciones como a Pascasio Baiz o a balazos y en patota como a José Leandro Villalba en enero de 1971. Esos temas dan para otros relatos. Volviendo al grano, ¿usted amigo lector cree que semejantes sujetos pueden tachar a alguien de cobardes y almas podridas? Pero lo peor no fue eso, sino la claque que salió a apoyar las calumnias y aplaudir “al patrón”.
Juan Castillo (el del Pit-Cnt), Pablo Ferreri, Esteban Valenti, Víctor Rossi (el de Pluna), Daniel Martínez y otros. Entre todos, el premio al caradurismo y la mentira industrializada lo lleva el comunista Castillo, actual Vicepresidente del Frente Amplio que apoyando los insultos de Mujica a los dirigentes del Partido Nacional, dijo refiriéndose a ellos: “No nos vengan a dar lecciones de antiimperialismo o defensa de la soberanía del Uruguay”.
En verdad los únicos que pueden dar lecciones teórico - prácticas de antiimperialismo y defensa de la soberanía en el Uruguay son los integrantes del Partido Nacional. Pero sería gastar “pólvora en chimangos” querer enseñárselo a Castillo y sus adláteres que están con su “alma corazón y vida” sirviendo a la sucursal local de un partido internacional dependiente desde sus inicios en los albores del siglo XX, de los dictámenes de la Rusia leninista, de Stalin y la URSS de la NKVD y los “Gulag”. La máquina política más sanguinaria del mundo contemporáneo, que esclavizó medio mundo, hasta su caída en 1989 y su resurrección en 2014 de la mano del exagente de la NKVD Putin, el invasor de Ucrania. Todos al fin y al cabo en pro de la preponderancia mundial del secular espíritu imperial de Rusia. Ante las expresiones de sujetos de semejante prosapia solo queda establecer que los nacionalistas no necesitamos rendir examen de antiimperialistas y menos ante el tribunal del comunismo vende patrias.
El antiimperialismo en Uruguay se llama Partido Nacional. Aquí en Paysandú, sabemos muy bien que contra el Imperio luso-brasileño y el mitrismo porteño, se hicieron héroes Berro y su gobierno del Partido Nacional y sus servidores bajo el mando del Gral. Leandro Gómez. Y aquí en Uruguay, no hubo bases militares de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial porque el Partido Nacional se opuso con Luis Alberto de Herrera a la cabeza. Eso aunque el gran histrión encargado de la defensa del país, entre balbuceos e insultos --estimulados por lo que le provoca los balbuceos-- diga en la red de TV que el Herrerismo es lo peor del país, lo que dicho por semejante espécimen, nos estimula a la acción. También el Partido Nacional se siente orgulloso de haber tenido en sus filas a Wilson Ferreira Aldunate, el gran traicionado por el Frente Amplio en el Pacto del Club Naval. Allí y en adelante quedó demostrado que para la cúpula del Frente Amplio --Gral. Seregni incluido-- es bueno lo que les sirve a ellos, por encima de todos los intereses de los demás, incluso el nacional. Aceptaron ir a las elecciones nacionales de 1984 con los derechos humanos de Wilson conculcados y pactaron con los militares que, justo el único que las podía ganar, quedara proscripto y preso en el cuartel de Trinidad. De ahí en adelante, si actuaran con un mínimo de coherencia y ética, debieron de haber dejado de “hacer gárgaras” con los derechos humanos.
Teniendo como pedestal esa descomposición hedionda, pasando por las deshonestidades de ambos gobiernos del Frente Amplio que son de público conocimiento, se erige la candidatura del Dr. Tabaré Vázquez, que le pide a usted su voto, asegurándole que su ministro del interior seguirá siendo Bonomi. Para salvar su futuro y el de sus hijos y nietos, a los que estafan dándoles una enseñanza pública decadente, no obstante sobrarles recursos, a los que condenan a pagar una gigantesca deuda externa como nunca antes tuvimos. Antes del naufragio de la nave, les pedimos y esperamos que cada cual sepa cumplir con su deber. Usted el próximo domingo 26, se salva o se condena con su propio voto.
Ingeniero Ramón Appratto Lorenzo, edil del Partido Nacional
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