Macabro hallazgo a media tarde

Policiales | 11 Oct El cadáver de un hombre de unos 30 años y cuya identidad aún no se ha establecido fue hallado accidentalmente por jóvenes que pescaban en el arroyo Sacra, debajo del puente sobre calle Independencia, próximo a las 15 de la víspera.
Según información recabada por EL TELEGRAFO en el lugar del macabro hallazgo, un grupo compuesto por dos o tres menores habían descendido la escarpada pendiente del puente para arrojar algunos aparejos al arroyo Sacra con el propósito de pescar en las aguas turbulentas, fuera de cauce por la creciente.
En un momento determinado, sintieron que la línea de unos los aparejos se tensionaba y pensaron que habían conseguido pescar. No obstante, cuando comenzaron a jalar la línea, inmediatamente se percataron de que el peso era muy superior a cualquier pez. Continuaron recogiendo el aparejo hasta descubrir que enganchado en el anzuelo traían el cuerpo de una persona, que emergía de las aguas apenas cubierto por una remera.
Inmediatamente se alertó del hallazgo a la Policía, a través del servicio de emergencia policial 911. Mientras un móvil con personal de la Seccional Cuarta se trasladaba al lugar desde Pueblo Porvenir, a través de la Mesa Central de Operaciones de Jefatura se solicitó apoyo a Radio Patrulla, por lo que efectivos de esa dependencia en los móviles “Aguila I” y “Halcón V” acudieron al lugar desde donde procedía el llamado.

“PESCADO" DEL DEDO
Al arribar, constataron efectivamente la presencia de un cuerpo en la orilla, con un dedo de su mano derecha enganchado al extremo de un aparejo, con la cara y varias partes del cuerpo con los primeros signos de inflamación producto del proceso de descomposición. Ante esto alertaron inmediatamente de lo sucedido a la superioridad, mientras se solicitaba la presencia de Bomberos.
Efectivos de una dotación de esa unidad, al mando del subcomisario Pedro Severo, sujetaron una soga a la baranda del puente para asegurarla a sus cinturas y poder descender con seguridad por la escarpada pendiente a la orilla, en donde enlazaron el otro extremo de la soga al brazo del cadáver, a efectos de mantenerlo allí hasta recibir la orden de retirarlo.
Al lugar llegaron la jueza en lo Penal de Cuarto Turno, María Jimena Alonso, la forense Rosa López, el director de Coordinación Ejecutiva, comisario inspector José Yelos junto a personal de Policía Científica.

MUERTE RECIENTE
Los reconocimientos primarios del cuerpo permitieron saber que correspondía a un hombre de complexión robusta, estatura aproximada 1,75 metros, y que su muerte se habría registrado en un período no superior a las 24 horas. Presentaba cuatro tatuajes: uno en brazo izquierdo con el nombre Ramón, otro en el derecho con un figura que representa un ojo con plumas, y dos en el pecho; uno de una mujer y el otro ilegible. Una vez cumplidos los exámenes y peritajes primarios, la magistrada ordenó la extracción del cadáver, por lo que éste fue colocado por bomberos y policías en una bolsa plástica para, con esfuerzo, treparlo hasta el camino y trasladarlo luego a la morgue judicial para su autopsia.

NO SE SABE QUIÉN ES
Allí se hicieron presentes familiares de Pablo Andrés Ocampo, para confirmar que no se trataba del hombre que se encuentra desaparecido desde la semana pasada, pese a que esa posibilidad había sido prácticamente descartada en la escena del hallazgo porque la apariencia física del fallecido no coincidía con la del desaparecido.
A la vez, personal de Policía Científica pudo tomar huellas dactilares del cuerpo que, una vez consultada la base de datos pertinente, permitieron establecer que el hombre fallecido carecía de antecedentes penales. Las huellas dactilares fueron entonces remitidas a la Dirección Nacional de Identificación Civil a efectos de conocer la identidad del fallecido, mientras se continúa trabajando en procura de establecer las causas del deceso.