Locales | 13 Oct Gustavo López, candidato a la vicepresidencia por Unidad Popular, dijo en Paysandú, adonde llegó para participar de una charla abierta en el club Rampla Juniors, que “el Frente Amplio es la izquierda que la derecha aplaude, que celebra. ¿A quién votará López Mena? ¿A quien votaría Julissa Reynoso si pudiera? Indiscutiblemente al Frente Amplio, porque sus intereses están a resguardo con un gobierno como este. Es el sueño de la clase dominante, reproducir su ganancia y que se le asegure la paz social”.
Destacó que “si ganara Lacalle no hay seguridad que sus intereses estén a resguardo porque una vez más el movimiento sindical y la clase obrera se vestiría de izquierda y promovería efervescencia social”.
Aseguró que “no solo las encuestas indican que no habrá ganador en primera vuelta, sino que un análisis sensato ningún candidato puede ganar con mayoría. Por tanto en octubre lo que hay que votar son senadores y diputados, y en noviembre será cuando se elija lo menos malo”. Declinó opinar quien será el presidenciable ganador al indicar que “no me atrevería a afirmarlo al día de hoy, y además no constituye motivo de nuestra preocupación”.
Asimismo, López sostuvo que “se ha instalado una peligrosa lógica que es la de votar al menos malo. Pero en realidad entre malos y menos malos, lo menos malo también es malo. Hay que luchar por lo mejor, por lo bueno. Por eso subrayamos que el programa que le da solución a los problemas de la gente es nuestro programa, porque es nuestro objetivo incuestionado”.
Por otra parte, indicó que “la fuerza del gobierno viene cayendo en las encuestas. Es evidente que el próximo gobierno no contará con las mayorías parlamentarias. Luego de diez años de gobierno progresista, aquel inicial empuje y aquella promesa de cambio, se tornó al continuismo. Los dos candidatos que tienen aparentes posibilidades de ser presidentes, Tabaré Vázquez y Lacalle Pou, proponen en Economía a Astori y a Arbeleche, que viene del riñón del astorismo y fue responsable del manejo de la deuda externa en los dos últimos gobiernos. Así las cosas, todo es igual, e incluso Astori podría ser ministro de Economía de un gobierno de Lacalle o uno de Bordaberry. Son claramente continuistas”.
Opinó también que “los cuatro partidos con representación parlamentaria aúnan esfuerzos en la entrega de los elementos centrales de la nación a poderes externos, a transnacionales. Cada uno tiene con los otros matices, pero todos apoyan el modelo celulósico forestal, todos apoyan un modelo de país que le da la espalda al pueblo y que pone de rodillas al país ante las transnacionales”.
Una de las ideas de Unidad Popular es la de eliminar el Senado. En ese sentido, Gustavo López expresó que “nuestro querido José Sarthou siempre se preguntaba por qué era necesario un Senado, resabio aristocrático, para gobernar un país de tres millones de personas, con un presupuesto millonario, que de otra forma podría ser volcado a políticas sociales, de viviendas, a la construcción de escuelas y liceos. Es un tema que queremos colocar en el debate. Pero nadie lo quiere debatir, porque hay intereses económicos muy fuertes. No obstante, perfectamente Uruguay debería ser unicameral”.
El objetivo principal de Unidad Popular es “constituirse en una bancada que haga realidad el hecho de que ética y política pueden ir de la mano, mostrar que en forma y en contenido se pueden hacer cosas distintas. Creemos que un diputado debería pasar menos horas en el Parlamento y más horas afuera, con la gente. Creemos más en la figura de un despacho itinerante”.
“Queremos impulsar un conjunto de medidas del programa histórico de la verdadera izquierda; queremos dar señales subjetivas para recuperar la confianza de la gente; queremos pararnos en el centro de la cámara -aunque solamente sea un solo legislador de Unidad Popular- y decirle no al despilfarro de 300.000 pesos por legislador, cuando los trabajadores piden media canasta familiar para poder vivir dignamente”, dijo López.
El candidato a vicepresidente expuso su punto de vista al decir que “un legislador es un servidor público, por lo que tiene que tener un vínculo vocacional con lo que hace. Si entra pobre, tiene que salir pobre. Y si entra rico, debería salir un poco menos rico. Porque su función es dedicarse a la causa popular, con todos sus esfuerzos”.
Dijo además que “nuestra fuerza está en el colectivo. Estamos un poco cansados de los candidatos a todo. Estamos en este lugar como militantes de esta fuerza popular, pero eventualmente otros compañeros que encabezan las listas serán quienes ocupen las bancas”.
Consideró que “evidenciamos un crecimiento sostenido a escala nacional. Todas las encuestas de opinión que durante mucho tiempo nos ningunearon o aparecíamos como ‘otros’, hoy registran nuestra existencia, aunque con guarismos inferiores a los que realmente tenemos”.