Locales | 19 Oct El nuevo director en representación de los trabajadores en el Banco de Previsión Social (BPS), Ramón Ruiz, reconoció que restan instrumentar políticas activas de empleo y capacitación profesional para profundizar la reinserción laboral, en tanto resaltó la profIcua legislación aprobada en materia de derechos.
“Al menos un centenar de leyes a favor de los trabajadores se votaron en los últimos años de negociación colectiva a partir de 2005 y han sido los dos períodos parlamentarios más fructíferos en relación a la aprobación de iniciativas correspondientes al derecho laboral y seguridad social”, dijo Ruiz.
Explicó que “la revolución desde el punto de vista de las relaciones laborales en los últimos diez años solo es comparable con la creación de los consejos de salarios en 1943 o la ley de las ocho horas hace cien años”, al tiempo de definir la necesidad de “una profundización de los logros y otros derechos”.
Según el jerarca “hay un debe en políticas activas de empleo, capacitación profesional y unión de las políticas pasivas --como es el pago de una prestación-- con las políticas activas referidas a un trabajador en el seguro de paro que se capacita para reinsertarse en la actividad y no en lo que está de moda ni en lo que el trabajador quiera. Se deberá pensar esa capacitación en el marco de un plan estratégico, donde se visualice el área a desarrollar para un empleo de calidad y con buena capacitación profesional”.

INFORMALIDAD
El último Informe de Coyuntura del Instituto Cuesta Duarte del Pit-Cnt y los Indicadores Básicos de Desarrollo Social, del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), son coincidentes en señalar un alto informalismo en Paysandú, ubicándose por encima del promedio a nivel nacional.
En tal sentido, Ruiz manifestó su beneplácito ante la existencia de un informe de estas características que “se ha transformado en una herramienta para contar con el conocimiento necesario acerca de un departamento o actividad específica” y explicó que “contiene una fotografía del estado de situación de diversos sectores de la actividad y las franjas de ingresos de los trabajadores, porque de eso depende su calidad de empleo. Tenemos problemas de personas que están fuera de la seguridad social, otros que están dentro, pero subdeclaradas y otros trabajadores que ganan poco”.
El director del BPS apuntó a aislar los factores que influyen en la informalidad para mejorar su análisis. “En algunos departamentos, los sectores de la actividad más desarrollados tiene una alta formalización y en el caso de Paysandú hay sectores muy fuertes donde históricamente la informalidad va de la mano, como por ejemplo, en la construcción, el comercio, domésticas y servicios en general. Cada vez tenemos menos industrias o la misma cantidad, pero con menor cantidad de trabajadores y es allí donde se ubica la verdadera formalización laboral”, al tiempo que se han diversificado otras área con dificultades para fiscalizar.
Según Ruiz, “el mejor inspector es el sindicato y hasta el Estado se ahorraría dinero si tuviera un sindicato fuerte en esos sectores. La informalidad se da en los lugares donde no hay sindicatos, a un empresario que quiere trabajar en serio le sale más barato tener la totalidad de sus trabajadores en la formalidad”. No obstante, reconoció que durante años se comprobaron diversas formas de desentendimiento “como las tercerizaciones”.
En este aspecto recordó los avances existentes desde el punto de vista legislativo, “donde la empresa madre es subsidiaria y solidaria con la tercerizada, si esta última resulta insolvente. Es así que prácticamente las empresas no tercerizan”. Ruiz reconoció que la modalidad de contrato con las tercerizadas “no es una mala palabra cuando se lleva a la práctica bajo un criterio de eficiencia y sin bajar costos laborales”.