Locales | 20 Oct Muy bien presentado, pintado en rojo brillante, se ofrece a la vista como uno de los referentes de los automóviles Chevrolet Impala que llegaron a nuestro país a mediados de la década del 60, aún con la salvedad de que su motor original fue sustituido por un Nissan de seis cilindros diesel.
Este Impala pertenece a Pablo Fabián Dalecio, quien lo tiene en su poder hace algo más de 20 años. Ya en manos de Dalecio, el auto fue objeto de una restauración a fondo en el taller de su hermano Daniel. “El motor Nissan RD 28 lo instalamos nosotros” y “luego de aquella restauración solo se le han realizado mejoras menores y, naturalmente, el mantenimiento necesario”, dijo el propietario.

NACIMIENTO DEL IMPALA
El primer automóvil Impala apareció en 1957 como modelo de 1958 y fue un gran éxito de Chevrolet. Fue ofrecido como versiones coupé y descapotable, dándole una imagen deportiva.
Varias han sido las generaciones del Chevrolet Impala a partir de su nacimiento. La primera, como ya expresamos, correspondió a 1957 aunque se tomó como del año 1958. La segunda abarcó los años 1959 y 1960, en tanto la tercera fue de 1961 a 1964, y la cuarta, a la cual corresponde el auto que hoy presentamos, fue de 1965 a 1970, viniendo luego otras hasta nuestros días.
El Impala de 1965 fue rediseñado, y consecuencia de esto fue que presentaba una línea más estilizada, en lugar de la cuadrada correspondiente a los años anteriores. Los Impala de ese tiempo en sus distintos modelos configuraban un auto de buen suceso en materia de ventas. Un coche grande, cómodo, de muy buena mecánica y adecuadas motorizaciones.
En el caso de la versión coupé de dos puertas que nos ocupa, el diseño es realmente atractivo, y obviamente está realzado por la muy buena presentación del auto, donde la chapa, pintura y detalles cromados se mantiene de muy buena manera. Un cómodo interior, con levanta vidrios eléctricos de fábrica.
De ancho frontal con un amplio parabrisas, la parrilla en toda su extensión, doble batería de faros en los extremos. Dos cristales por lateral, fijo el posterior, con ventilete el delantero, y amplísima luneta trasera. Una larga línea en el perfil rematada atrás con amplio baúl y la triple batería de luces y señaleros traseros.
El rodado más ancho, deportivo, acentúa la línea más baja de un auto con clara tendencia deportiva más allá de su tamaño. El motor fue sustituido en su momento, pero de todas maneras el Nissan lo lleva bien, sin problemas.

APUNTES TÉCNICOS
Motor: Se sustituyó el original por un Nissan diesel de seis cilindros RD 28 de 2.8.
Embrague: Hidráulico.
Caja de cambios: De cinco marchas y reversa correspondiente al motor Nissan.
Dirección: Hidráulica.
Frenos: Con servo freno.
Suspensión: Con amortiguadores y espirales adelante y atrás.