Locales | 26 Oct A través de un emprendimiento tripartito, han comenzado a instalarse los cinco digestores que integran la Planta Biodigestora Productora de Gas a base de citrus que se implementará en Chajarí, entre Ríos.
Según da cuenta nuestro colega La Calle, de Concepción del Uruguay, el emprendimiento es llevado adelante mediante convenio entre Conicet, Fecier y la Municipalidad de Chajarí, con el financiamiento de estas dos últimas instituciones. Las tareas se encaran en el predio de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Chajarí, y estuvieron a cargo de personal municipal.
Los cinco digestores se destinarán a la obtención de gas a base de residuos provenientes en su mayoría del citrus junto a otros residuos obtenidos en la zona, sobre todo guano de pollo, de vaca y residuos orgánicos, con el fin de darle utilidad a los mismos.
El referido proyecto tendrá una etapa de prueba de 8 meses y en caso de resultar viable, se buscará la financiación correspondiente para instalar la planta en un predio del área industrial.
De esta manera se está sumando una segunda planta de obtención de energía alternativa que se agrega a la planta procesadora de biodiesel que funciona desde hace años en la referida localidad entrerriana a base de prensado de semillas y de utilización de aceites vegetales usados.
La partida de gas que se pueda obtener, dependiendo de la cantidad, será destinada a fines industriales.

LAS PLANTAS PROCESADORAS
El estiércol vacuno y los residuos cítricos se perfilan como una combinación de futuro para obtener biogás, una nueva energía renovable poco conocida hasta ahora, pero que, según los expertos, será “muy familiar” en países como España en los próximos años, según se da cuenta en las revistas especializadas.
Así, técnicos del Departamento de Calidad y Medio Ambiente de Ainia, Centro Tecnológico de Paterna (Valencia), señalaron que un equipo de profesionales de este organismo avanza en el estudio del potencial de los residuos agroalimentarios para obtener biogás, llamado a convertirse en una fuente energética de primer nivel.
Explicaron que esta energía renovable, de características similares a las del gas natural, puede ser empleada como combustible en motores para generar calor y energía eléctrica, y que al emplear esta clase de residuos, sus costos de producción son menores o incluso nulos en comparación con otras materias primas para fines energéticos.
Para lograrlo a partir de residuos se emplea un proceso conjunto de fermentación sin oxígeno (co-digestión anaerobia) y se genera el biogás, una tecnología que no es nueva, aunque se avanza en una línea de innovación empleando residuos distintos, más característicos de determinadas zonas, como el de los cítricos.
Ainia centro tecnológico, que trabaja en este tipo de proyectos desde hace cinco años, destaca que todo ello confirma unas condiciones óptimas para la producción industrial de esta energía renovable. Si estos residuos se mezclan con estiércol, se confirma que se dan “buenas sinergias” y que el potencial de producción de biogás aumenta con la incorporación de estos dos elementos.
Los resultados principales determinan que en la concentración de naranja más alta ensayada en la mezcla (un 30 por ciento de cítricos y un 70 por ciento de estiércol vacuno), la producción de biogás obtenida es muy elevada.
“El biogás está llamado a convertirse en una de fuente energética de primer nivel y básica para la sostenibilidad agroalimentaria”, subrayan los investigadores, en tanto respecto a las oportunidades de negocio que ofrece este tipo de energía, la nueva normativa supondrá un impulso para estos proyectos de investigación y hará que estas iniciativas sean más rentables en el futuro.
“Esperamos que en los próximos años haya un despegue de este tipo de plantas”, concluyeron los investigadores, quienes añadieron que el sector aporta a las energías renovables el añadido de “resolver una problemática medioambiental de residuos”.