Locales | 26 Oct Una empresa distribuidora sanducera contrató a un adolescente en conflicto con la justicia, permitiéndole desempeñarse en la empresa como un empleado más, en el marco de un programa del INAU que comenzó hace tres años y tiene su primer caso en Paysandú.
Se trata de la empresa distribuidora de bebidas Maracaná, que estaba representada por su principal, contador Diego Guido, quien suscribió el contrato con el INAU representado por su presidente Javier Salsamendi y representantes del sindicato de la Federación de la Bebida que “apadrinan” al trabajador.

MÁS DE 400 GURISES
“Van más de 400 gurises, y solamente dos no pudieron sostener la propuesta”, dijo a EL TELEGRAFO el integrante de Programa de Apoyo al Egreso del INAU, Carlos Rivero, en el acto de firma del convenio. “Esto empezó con una pequeña experiencia con 10 gurises, y ya van más de 400 en diversas empresas. De a poco la sociedad, los empresarios y los sindicatos van apoyando a estos gurises, y se va perdiendo el miedo y los prejuicios, generándose las oportunidades que estos gurises necesitan”. En el caso de Paysandú, se trata de un adolescente de 16 años “que tenía una medida alternativa a la privación de la libertad, y va a empezar su primera experiencia laboral en la empresa Maracaná. Uno de los objetivos del Sirpa es que cuando se inserta un gurí en un acuerdo laboral, tenga exactamente el mismo trato que cualquier otro trabajador, sin tenerle contemplaciones por ser del INAU. Tiene que aprender a trabajar, a relacionarse con sus compañeros, con su encargado y con los capataces. Dependerá de él si sigue trabajando o no”, explicó. En Paysandú el Pit Cnt tiene conocimiento de este programa, y el sindicato de la distribuidora Maracaná lo planteó al empresario y así salió”.
El sistema es que las empresas, el sindicato, el INAU y el adolescente firman un contrato laboral por 90 días, lo toman a prueba y después, de acuerdo al rendimiento, continúan.

PESCADORES Y SOLDADOS
Preguntado en qué tipo de empresas trabajan los muchachos, dijo que son “diferentes tipos de empresas. Hay de la construcción, cargos públicos, algunos que optaron por ser soldados, otros bomberos y algunos que se han dedicado a la pesca”, y comentó que “uno de ellos trabaja en un buque pesquero que va hasta las Malvinas y vuelve con la pesca de atún una vez por mes. El abanico de empresas es bien amplio y en realidad buscamos que tengan los perfiles para cada tarea; no es lo mismo trabajar en la construcción que ser recepcionista en una oficina”.
Rivero destacó también “la mano que dan los sindicatos, porque le hacen el seguimiento a los gurises una vez que ingresan a la empresa”.
Dijo que “en Montevideo sí tenemos gurises privados de libertad trabajando. El Sirpa y el INAU tienen gurises con diferentes medidas judiciales, unas son con privación de libertad y otras no; eso tiene que ver muchas veces con la gravedad de la falta cometida”.
Sobre el programa, indicó que “esto se basa en el entendido que el problema de la juventud es de todos, no solo del INAU ni del Estado, sino que todos tenemos aportes para hacer y buscar soluciones. Y este es un esfuerzo conjunto, tenemos un empresario, un sindicato y el Estado buscando solucionar un proyecto de vida alternativo para los gurises”.