Esperan a los argentinos

Locales | 02 Nov “Seguimos con las reformas en el puerto, que se vieron demoradas por las dos inundaciones que tuvimos”, dijo el jefe del puerto de Salto, Luis Costa. Las reformas son “dentro del recinto portuario, para seguir con la orientación que siempre tuvo Salto de ser un puerto turístico y hoy estamos abocados, con un privado, a instalar un espacio gastronómico con una feria permanente de productos artesanales del norte y promovemos negocios entre privados para cargar trigo en noviembre”.

EMBARQUE DE TRIGO
Consultado sobre si habría nuevos embarques como los realizados antes, por ejemplo, por la cooperativa agraria, dijo que “el año pasado tuvimos experiencias que salieron bien, pero justo este año nos agarró la crecida del río, por lo que no se pudo concretar y estamos previendo para mediados de noviembre empezar a mover trigo desde Salto a Nueva Palmira”. Si bien la idea es que los embarques se realicen en forma permanente en el puerto de Salto, “no lo sabemos con certeza, no depende de nosotros. Costó bastante que empresas navieras llegaran río arriba”, y dijo que esas empresas interesadas “son las mismas que están trabajando en Paysandú, que son Naviport y Kios; el operador local también sigue siendo el mismo. Esperamos concretar el embarque de trigo a Nueva Palmira, que seguramente irá en barcazas chicas, de 900 a 1.200 toneladas y que el convoy no sea de más de dos o tres barcazas”.
“Mientras tanto, seguimos trabajando en la propuesta turística, que es importante para el puerto de Salto” y consultado sobre si se trabajará más en espacios para lanchas, veleros o pequeños cruceros de turistas, dijo que “justamente la idea es hacer un puerto de ese tipo, que la ley lo permite, además de la parte comercial porque no hay otro puerto deportivo. Y la idea es poder arrimar esas 370.000 embarcaciones argentinas que están en El Tigre (Buenos Aires) para que vengan río arriba”. Para favorecer ese tránsito fluvial, “ya están saliendo las cartas náuticas, la CARU está haciendo todo el boyado para la navegación, sobre todo en dos pasos bravos que son el Hervidero y Corralitos. Pero en realidad, esos lugares dan problemas en verano, con el río más bajo. Pero ahora, con la altura que tiene el río, no es complicado”.

EL ÚLTIMO PUERTO
El puerto de Salto es el último de la vía navegable al norte. Su muelle tiene una extensión de 140 metros y 16,5 metros de ancho, y está ubicado sobre el río Uruguay al lado norte de la desembocadura del arroyo Ceibal. El muelle de hormigón armado fue construido alrededor de 1930 y recibió reformas --como el puerto de Paysandú-- durante los últimos años, cuando pasó a depender de la ANP (Administración Nacional de Puertos).
Para la altura que puedan alcanzar las aguas --el río registra crecidas todos los años como sucedió dos veces este 2014-- tiene dos niveles, un muelle y explanada a 4,50 metros sobre cero y otro muelle a 10,50 metros sobre cero.
Por el lado sur tiene una dársena para lanchas y embarcaciones pequeñas denominada “Ceibal” (porque está junto al arroyo), que tiene una longitud aproximada de 100 metros, con un ancho de 40 y una profundidad promedio de 2 metros. Al fondo de esta dársena, o sea al Este, se encuentra el muelle de altas crecientes y cuya cota de altura es de 14,50 metros con una longitud de 40 metros. Las profundidades, próximo al muelle y en su longitud total, oscilan entre 2,85 y 4,35 metros sobre el cero local.
También se hicieron reformas en el histórico edificio del Resguardo del Puerto, donde se hicieron nuevos gabinetes higiénicos y se reconstruyó el cercado perimetral, que cuando no se utilizaba el puerto fue quitado por lo que durante años funcionó como un parque costero y --tres veces al día-- como terminal de la lancha de pasajeros.

LANCHA EN CONCORDIA
En el puerto de Salto trabajan cinco personas por la ANP y la estimación de la parte privada con la gastronomía y la feria estará en el entorno de unas 30 personas.
Con respecto al transporte de pasajeros entre Salto y Concordia, que se realiza por lancha desde hace decenas de años, Luis Costa dijo que se sigue trabajando, pero “el flujo de gente disminuyó por el cero kilo, pero se mantiene el régimen de tres frecuencias diarias, que mensualmente representa entre 4.000 y 5.000 personas”.