Nacionales | 10 Nov En el Hospital Militar se realizó el trasplante número 100 en la madrugada del sábado y una integrante del equipo, la Dra. Karina Rando escribió en Facebook que la mencionada intervención se transformó en un centenar “de oportunidades de vida para esos pacientes” que lograron “recuperar sus empleos, ocupar sus roles en la familia y reinsertarse a la sociedad”.
Rando señaló que tales circunstancias permiten que el equipo de profesionales quede “ligado afectivamente a ellos por siempre. Incluso a riesgo de involucrarnos ‘demasiado’. No podemos cumplir los consejos de ‘distancia’ que a veces nos recomiendan. La vivencia es demasiado dulce y tentadora como para resistirse a quererlos mucho”. Para la médica, “lo más triste de la medicina es perder un paciente. Cuando ello pasa, solo nos consuela parcialmente brindarle la posibilidad de más vida a otro paciente. No se por qué circunstancia de la vida nos tocó a nosotros (a mí en este caso) la bendición de esa alquimia...somos afortunados!! Nuestro equipo es el instrumento de la transformación: canaliza la corriente de la vida desde un órgano aún vivo hasta un paciente a quien la vida se le escurre desesperadamente por los dedos como arena. Es una experiencia que no puedo explicarla con palabras: no hay dinero que pague la posibilidad de ser partícipe por un minuto de esa sensación, de ese milagro”.
Rando agradeció al cirujano coordinador, profesor Gómez Fosati, autoridades hospitalarias y ministeriales, al Fondo Nacional de Recursos, Fuerza Aérea, Sanidad Militar, los Departamentos de Trasporte, técnicos electrónicos, médicos y autoridades del Instituto de donación de órganos y tejidos.
Finalmente se refirió a las 200 personas involucradas. “100 valientes receptores y 100 generosos donantes. Estoy segura que quienes no están en esta tierra, tienen sus almas bien mimadas. Hay alguien o algo que las cuida. La gente le pone muchos nombres: a mi me gusta decirle Energía de Amor”, concluyó.