Silencioso y prolongado tormento

Policiales | 08 Nov Un hombre de 45 años fue procesado con prisión por la Justicia Penal --en un procedimiento llevado a cabo por la Policía de la Seccional 12ª con asiento en Guichón, con apoyo de INAU-- tras descubrirse que violaba a la hija de su pareja desde que la joven tenía 8 años.
El antiguo calvario comenzó a quedar al descubierto días atrás cuando una adolescente de 13 años solicitó ayuda a funcionarias de INAU ya que, según dijo, había sido víctima de violencia y amenazas por su padrastro G.V.C. en su casa, donde, además de ella y su madre, vivían tres hermanas. Las funcionarias de INAU pusieron al tanto de la situación a la Policía Comunitaria, cuyos agentes intervinieron.
Así, se citó a la comisaría a una mujer de 34 años, madre de la adolescente, en compañía de su hija. La menor expresó que deseaba denunciar a su padrastro G.V.C., quien posee un arma de fuego, varios cuchillos y la había amenazado.

REVELACIÓN CLAVE
Durante sus declaraciones, mencionó que su hermana mayor le había confiado en una ocasión que, cuando era pequeña, G.V.C. había abusado sexualmente de ella. Asimismo, indicó que su madre es víctima de una situación de violencia doméstica constante por parte del padrastro, quien --según dijo-- es muy violento y ha intentado varias veces expulsar a su progenitora de la vivienda. En base a lo vertido por la menor, se citó a su hermana, de 16 años, quien, indagada en presencia de su madre, manifestó que desde que tenía 8 años y se domiciliaba en otra ciudad, junto a su madre, su hermana menor y su padrastro G.V.C., éste abusaba de ella. Detalló que cuando su madre se encontraba internada para dar a luz, G.V.C. abusó de ella en la cama del dormitorio, al lado de su hermana menor, quien en ese entonces tenía cinco años, amenazándola con matar a su madre si narraba lo sucedido.
En otra oportunidad, aún en Montevideo, concurrió a efectuar mandados junto a su padrastro, quien la condujo a un descampado y la violó nuevamente bajo amenazas, prometiéndole además comprarle una cometa.

LLEGAN A GUICHÓN
Siguió relatando que cuando ella cumplió 10 años, se mudaron a Guichón, donde la convivencia pareció normalizarse. No obstante, al cumplir 14, el hombre la llevó en moto hasta Colonia Juncal, pues supuestamente debía ayudar a alguien a faenar un cordero, pero al llegar no encontraron a nadie. En ese momento, su padrastro le dijo que debían regresar a su casa por un camino interno ya que andaba la Policía Caminera y no llevaba puesto casco protector. Ella accedió, pero al llegar al denominado Puente Negro, la obligó a mantener nuevamente relaciones sexuales, prometiéndole que, como premio, le permitiría tener novio. Por último, meses atrás, su padrastro le había pedido que la acompañara a buscar caballos y la violó nuevamente.

DOBLE CASTIGO
En esa última ocasión, decidió comunicarle lo sucedido a su madre, quien, en respuesta, le exigió que se retirara a la brevedad de la vivienda. Como consecuencia, unos meses después decidió irse a vivir a la casa de su novio. Asimismo, indicó que era habitual que su madre fuera víctima de violencia doméstica por G.V.C. quien amenazaba a la mujer con matarla y prender fuego la vivienda.
La Policía practicó un allanamiento en la casa de G.V.C., poseedor de antecedentes en 1989 y 1990 por hurto --sus datos se omiten para proteger la identidad de la víctima-- y lo detuvo, decomisándose además varios cuchillos y un rifle cuyo hurto, según se estableció posteriormente, había sido denunciado en 1996 en la Seccional Séptima de Montevideo. La Justicia dispuso la conducción del detenido, así como el emplazamiento de su concubina y sus cuatro hijas, así como la sicóloga de INAU. La menor fue sometida a pericias solicitadas por el magistrado actuante y, una vez culminadas las actuaciones, se dispuso el procesamiento con prisión de G.V.C. por violación.