Locales | 10 Nov La mayor preocupación de quienes en Esperanza y en San Félix organizaban las fiestas populares este fin de semana era el estado del tiempo, tomando como antecedente, por ejemplo, la fiesta de Casa Blanca que primero fue suspendida y luego se llevó a cabo pese al mal tiempo. Pero esta vez, el sol y un clima cálido fueron determinantes, además de las buenas organizaciones, para el éxito de las dos celebraciones.
En Esperanza, la 14ª Fiesta de la Alimentación y Artesanías “Por Nuestras Manos” reunió a algunos miles de personas entre sábado y domingo, en el predio ferial instalado en donde se encuentra la planta de biodiesel, antes “de la curva”, en Ruta 90.
Algo similar ocurrió en San Félix, que celebró entre sábado y domingo su 5ª Fiesta de la Identidad, que convocó a la gente de la zona, de Casa Blanca y también de Paysandú.
Las dos ofrecieron básicamente una programación similar, pero con los matices propios de cada zona. En Esperanza, en los estands solamente se podían vender productos propios, aunque eso no hizo disminuir la variedad de ofertas, tal y como ocurre cada año. En San Félix, en tanto, hubo carreras de caballos, precisamente aprovechando las instalaciones del Hipódromo San Félix y el gusto por este tipo de eventos en la zona.
En los dos festivales brillaron los escenarios con artistas que generaron gran interés, especialmente aquellos que se presentaron por la noche, dos noches frescas, que --apoyadas por la entrada gratuita-- llevaron mucho público, que generó buenas ganancias en las respectivas cantinas. Ayer al mediodía, también en los dos lugares, la venta de asado con cuero y otras comidas produjo destacadas ventas, en la medida en que estas fiestas populares han cimentado en años anteriores su fama de buenos equipos de asadores y excelente selección de carnes.
Los niños también disfrutaron de actividades especiales y, en general, las dos organizaciones se preocuparon de que durante la tarde hubiera atracciones para todas las familias, que con mates y sillas plegables, se reunieron para disfrutar de agradables momentos y para reafirmar que en los pequeños centros poblados las fiestas populares crecen sin pausa, por todo el departamento.