Opinion | 25 Nov Según surge de las opiniones vertidas mayoritariamente en dos jornadas sobre posgrados en la Universidad de la República, hay un diagnóstico consensuado en cuanto a advertir sobre la falta de estudiantes doctorados que se dediquen a la investigación y las condicionantes que ello supone a futuro para el país.
Subrayaron que Uruguay tiene tres veces menos investigadores que los países desarrollados y que la cifra de estudiantes en ese nivel cayó en los últimos cinco años, lo que supone un futuro comprometido para el país en cuanto a sustento del crecimiento con desarrollo.
El presidente de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, Santiago Dogliotti, dijo en este sentido que es “preocupante” la formación a nivel de posgrado y señaló como un problema que en el último balance se de cuenta que fueron más quienes egresaron del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) que quienes ingresaron.
Según da cuenta El País, al cierre de 2013 en el SIN había 1.660 investigadores, lo que según el jerarca “representa un tercio de los que deberíamos tener”, y es así que Dogliotti acotó que con la tasa actual de crecimiento Uruguay llegaría a 4.500 o 5.000 investigadores recién en 20 años, con lo cual considera que “no vamos a ningún lado”.
Paralelamente, las cifras de ingreso al SIN vienen en constante caída en los últimos cinco años, en tanto se manifiestan altibajos en los egresos, que se sitúan entre 68 y 134, e incluso en el último año los egresos superaron a los ingresos.
Un aspecto sustancial en cuanto a los estudios refiere al otorgamiento de becas, cuyo monto cambia de acuerdo a los programas, y en cuanto a líneas generales para Dogliotti es necesario triplicar el número de investigadores para acercarse a los estándares internacionales y para cumplir con la idea de que “el desarrollo sostenible tiene como pilar la generación de conocimientos y la innovación”.
Por su parte, al evaluar los datos aportados por el presidente de la ANII, el rector de la Universidad de la República, Roberto Markarian, dijo que los pronósticos de Dogliotti sobre la formación de investigadores “asustan”, y consideró que nadie duda de que en esa tema está “la clave del progreso nacional”. Subrayó que la cuestión debe ser una prioridad para la Udelar y a la vez aprovechó para hacer hincapié en la importancia de reflejar en el pedido presupuestal el interés prioritario por la generación de posgrados de calidad.
En esta problemática hay una serie de aspectos a tener en cuenta, que tienen que ver con necesidades de desarrollo, de contar con mejores técnicos en sus diversos campos, del aporte de y para las empresas en avance tecnológico aplicado al medio y de valor agregado para sustentar emprendimientos focalizados en aprovechar ventajas comparativas que presenta el país en una serie de áreas.
Dogliotti señaló en este contexto que es preciso que “los privados se den cuenta que invertir en investigación e innovación resulta en muy buenos retornos económicos. Hay que generar que la carrera de investigación sea atractiva, que los jóvenes y profesionales que tienen muchas oportunidades de trabajo se vean atraídos, sobre todo en las áreas tecnológicas”, en tanto evaluó que “hay una escasez muy importante en las áreas más tecnológicas, en el sector agropecuario, en ingeniería y en las tecnologías de la información”.
Y ya que estamos mencionando áreas clave y estratégicas para el país, no puede soslayarse la importancia de la problemática agropecuaria, lo que quedó de manifiesto precisamente en su momento durante la Segunda Conferencia Global sobre Investigación Agropecuaria para el Desarrollo, evento desarrollado en nuestro país, organizado por los 15 centros de investigación agrícola del mundo que conforman el Foro Mundial de Investigación Agropecuaria en asociación con el Consorcio del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional. Esta área es particularmente importante para el Uruguay, desde que el nuestro es un país de base esencialmente agropecuaria, y nuestras ventajas comparativas para producir materias primas, por ejemplo, debe ser acompañada de la necesaria evolución tecnológica que permita potenciar la producción, maximizar esfuerzos y mejorar la rentabilidad ecuación-precio, desde que no alcanza solo con las ventajas comparativas, sino que es preciso abatir el costo de insumos y generar la red logística en apoyo a la producción.
Ante los desafíos que se abren en esta y otras áreas, la investigación científica es parte clave de la solución de los problemas, y sobre todo promover la investigación es fundamental para perfeccionar técnicas y explotaciones, para utilizar los recursos naturales sin entrar en la depredación y establecer condiciones para el desarrollo sustentable como norma y no como excepción. En el caso de Uruguay, la investigación es un déficit crónico en el que ha faltado durante décadas el componente propio, por falta de inversión, aunque en los últimos años se han sumado experiencias muy buenas que han acompañado e impulsado el desarrollo de diversas áreas, como la forestación, pero también en rubros tradicionales como la pecuaria, la agricultura y la lechería, aunque con matices en cuanto al grado de incidencia.
En este contexto debe valorarse la inversión encarada en este período en el Laboratorio Agroalimentario y Agroindustrial Litoral Norte, donde la Universidad ha volcado en Paysandú casi un millón trescientos mil dólares en equipamiento tecnológico, y unos 600.000 dólares en obras edilicias, para infraestructura de investigación por grupos académicos, al servicio de empresas agroindustriales y productores agrícolas del norte del país, con asesoramiento directo.
Se enmarca precisamente en la incorporación de conocimiento aplicado en áreas estratégicas para un país de base esencialmente agropecuaria, donde se necesita investigación, tecnología, y sobre todo capacitación para atender la demanda de industrias que no cuentan con suficiente personal técnico para mejorar su desenvolvimiento, por lo que es fundamental promover la investigación focalizada y el apoyo a la tarea que encara la ANII como una forma de ir reduciendo la brecha en este campo.