Deportes | 01 Dic El encuentro entre Guaviyú y Juventud Unida dejó algunos aspectos y manifestaciones que resumiremos a continuación. La importancia de lo que se jugaba en la cancha generó nerviosismo en los jugadores que dieron todo para lograr el objetivo, pero en la cancha todo tuvo el trámite normal que es dable esperar.
Afuera algunas “desprolijidades” (de alguna manera lo tenemos que adjetivar) de unos hinchas de Juventud Unida que en más de una oportunidad molestaron al banco de suplentes local e incluso al arquero Giles. El árbitro pidió al capitán visitante que hablara con la parcialidad detrás del arco de Guaviyú para calmar los ánimos.
La cosa no pasó a mayores, pero hay antecedentes en los que, por el sólo hecho de tirar un petardo dentro del campo de juego, se suspendió un partido. Con pérdida de puntos para el equipo al que pertenecía la hinchada incorrecta. No hubo igualdad de criterio en esta oportunidad.
El saludo de los jugadores al final, rubricó que dentro de la cancha imperó la lealtad. La imagen de ese final que muestra cuando Poggio en primer plano consuela a Nico Giles, mientras detrás, todos los contendores se saludan, habla por sí sola. Ejemplarizante.

“EL LOGRO DE LOS COMPAÑEROS”
El héroe de la jornada, Richard Pons, autor de un triplete para los verdolagas, dijo que tras el partido que “fue un partido duro, sabíamos que iba a ser así, hay que meter más que jugar; hicimos eso por suerte se nos dio. Lo importante era quedar en la A”. Respecto a su triplete, expresó sentir “una alegría enorme, no hice en el campeonato los goles que por suerte se me dieron hoy (sábado), pero es el logro de todos los compañeros. Este es un gran grupo”, en tanto sobre el trámite del encuentro estableció que “los nervios a veces no dejan jugar, pero igual intentamos hacerlo”.

“JUGAMOS INTELIGENTEMENTE”
El entrenador verdolaga, Charles Silvera manifestó que “por suerte podemos seguir siendo de Primera” después de “un partido dificilísimo, ante durísimo rival que, la verdad, nos complicó.”
Tras el parate de un mes, “en el que entrenamos pero no es lo mismo no poder hacer nunca 90 minutos de fútbol excepto un partido ante Vialidad, hoy (sábado) planteamos bien el partido, elegimos el primer tiempo viento en contra, los esperamos, los desgastamos, y sabíamos que el segundo tiempo podía salir como lo planteamos, y así fue como logramos el primer gol.
“Luego los otros, con espacios que se abrieron”, agregó, para reconocer que “no jugamos un gran fútbol, pero creo que jugamos inteligentemente los dos partidos. Y terminamos en base a los jugadores que lamentablemente no teníamos bien durante el año, como es el caso de Benítez, o de Pons, quienes entraron en el momento preciso y marcaron la diferencia”.