Locales | 28 Nov El programa de perforaciones solidarias de la Intendencia Departamental de Paysandú, concretado por intermedio del Fondo de Desarrollo del Interior (FDI), comenzó efectivamente en julio pasado, con la primera perforación que fue realizada en el exlocal Julio Muró, para hacer posible la instalación de la tercera escuela agraria en el departamento.
El proyecto se inició en 2010, impulsado por el director de Desarrollo Rural, Gustavo Silva, y por Manuel Appratto, de Gestión para el Desarrollo. “Inicialmente la intención fue la de llevar adelante perforaciones solidarias, pero posteriormente la OPP, al tomar intervención, dio a su vez parte a OSE, por lo que tuvimos que reformular el proyecto, estableciendo entonces tres franjas”, dijo Silva. Explicó que “esas tres franjas se dividen entre los servicios gratuitos, los subsidiados y aquellos que deben hacerse cargo del pago completo”.
“El proyecto fue concebido para ayudar a los residentes de áreas rurales y las zonas de chacras, donde la contaminación en el subsuelo hace que sean necesarias perforaciones bastante profundas”, indicó el Director de Desarrollo Rural.
Entre julio y octubre se realizaron 13 pozos, de los cuales cuatro se hicieron de manera gratuita y el resto fueron subsidiados (con un máximo del 40% de descuento) o pagos de manera total. Con el equipo de la Intendencia, el costo del metro de perforación es de 60 dólares, en tanto en el mercado --tomando un presupuesto bajo-- el metro se valora en 120 dólares. No obstante, “si bien de acuerdo a las circunstancias de cada solicitante se puede hacer gratuitamente la perforación, en ningún caso la Intendencia paga por los materiales necesarios, sea el tubo o el portland. El costo de esos materiales suman unos 18.000 pesos y debe ser abonado por quien pide el servicio”, explicó Silva.
“Los costos que cobra la Intendencia”, agregó Silva, “se vuelcan al pago de los salarios, combustible y la amortización del equipo”. La máquina perforadora, un compresor y un camión para el transporte del equipo tuvieron un costo total de 263.000 dólares.
Desde el comienzo de las operaciones y hasta enero venidero, el personal es de la Dirección Nacional de Minería y Geología (Dinamige), que tiene un régimen de trabajo de 20 días y 10 días de descanso. “Eso hace que durante parte del mes el equipo esté sin uso, pero estamos capacitando --con ayuda precisamente del personal de Dinamige-- a operadores municipales, quienes a partir de enero se harán cargo y eso permitirá trabajar todo el mes y atender más demanda”.
Inicialmente hubo 72 inscriptos, “pero cuando se conoció que no era un servicio gratuito, porque no es una prestación que la Intendencia deba cubrir con el pago de impuestos, sino que es un emprendimiento adicional, que surgió tras la seca de 2010, hubo muchos que desistieron”, contó Silva. Actualmente hay 30 beneficiarios en espera del servicio. “En realidad, se trata de un servicio único en el país, por ser administrado por una Intendencia”, resaltó. La alcaldía de Quebracho, el futuro liceo Francisco y dos escuelas agrarias recibieron los servicios gratuitos, aunque pagaron por los materiales. El resto de las perforaciones o fueron totalmente pagas o subsidiadas hasta un 40%.