Opinion | 02 Dic Hay algunas cosas que dependen casi exclusivamente de las decisiones y actitudes personales para genera cambios sociales. Y el tránsito es una de ellas. Así lo recuerda la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) en su último informe al señalar “en el tránsito… si no cambiás vos, no cambia nada”.
El informe, que comprende los meses de enero a octubre del presente año, muestra un descenso --35 muertes menos-- en comparación con el mismo período del año pasado. No obstante, en los últimos cuatro años se ha mantenido estable la mortalidad en las ciudades y caminos departamentales, lo cual, si bien es positivo porque no hay incrementos, revela que aún no se ha logrado comenzar a reducir la mortalidad en las zonas urbanas del país.
En este sentido, del total de fallecidos, un 59% fue en un siniestro ocurrido en ciudades y caminos departamentales y el restante 40% en rutas nacionales. Se reiteran patrones de edades de los fallecidos ya vistos en informes anteriores, con picos en los jóvenes entre 15 y 24 años y en los mayores de 70 años. También en cuanto al modo de transporte, donde más de la mitad de los fallecidos circulaban en una motocicleta (un 52,1%). Cuando este análisis se hace exclusivamente en ciudades y caminos departamentales, los motociclistas alcanzan al 61% de los fallecidos, mientras que los peatones son un 19%.
Un dato interesante es que el 48,3% de los fallecidos en el tránsito murió por siniestros ocurridos los fines de semana. Concretamente, el “pico” se registra de las 20 horas del viernes a las 8 del lunes”, y la mayoría eran jóvenes motociclistas.
Como en materia de tránsito son muy escasas las casualidades y abundantes las causalidades, la causa más directa con la que se puede relacionar este incremento de la mortalidad de jóvenes motociclistas durante los fines de semana es la ausencia o disminución de controles. Según lo informado por la Unasev, hay departamentos donde no se controla el uso del casco --que es obligatorio por ley-- ni tampoco el alcohol o la marihuana, en tanto que otros que hacen controles los disminuyen los fines de semana.
Sin duda, la menor cantidad de agentes de tránsito en las calles y la disminución de la fiscalización en horario nocturno o los fines de semana genera un problema importante y afecta la conducta de las personas que, sabiendo que no hay controles, no sienten estímulo o necesidad de utilizar los implementos de seguridad. Por el contrario, hay fines de semana en que la realización de controles es muy estricta y ampliamente difundida, y no se producen prácticamente accidentes graves. El mejor ejemplo es la Noche de la Nostalgia.
Nadie duda que tenemos que cambiar nuestra conducta para mejorar el tránsito. Pero no es menos cierto que una fiscalización adecuada en los días y horarios que las estadísticas están mostrando como de mayor siniestralidad ayudaría mucho y es absolutamente necesaria.