Locales | 04 Dic “Lamentablemente no puede pensarse en la recuperación de los eucaliptos”, dijo en un informe recientemente entregado a la Intendencia Departamental de Paysandú el ingeniero agrónomo Pablo Ross, el exdirector del Jardín Botánico de la Intendencia de Montevideo. En el “Informe técnico sobre eucaliptos en el parque de rambla costanera de Paysandú”, el profesional indicó que “su estado actual ofrece reales peligros de caída, en algunos casos más o menos inmediata, en otros, en el mediano plazo. En lo que respecta a los secos, su caída puede ser aún más inminente. Las dimensiones de sus fustes, que muchas veces superan los 20 o 25 metros, hace pensar que la caída podría provocar daños graves y si se produce en momentos de presencia de público, estos daños podrían llegar a ser irreparables”.
Hace unos meses, un árbol de ese porte cayó, aunque no provocó ni daños ni lesiones. En la tormenta de viento de la madrugada del domingo pasado otro árbol de similares dimensiones también cedió ante la fuerza del meteoro.
En el caso de los árboles en la costanera del Uruguay, Ross indicó en su informe que “las raíces de los árboles se han ido deteriorando a lo largo del tiempo, como consecuencia de los frecuentes anegamientos, a veces prolongados, en el área”.
El deterioro de los eucaliptos “hace que su presencia resulte en un aporte negativo al paisaje”, opinó Ross. “Ya cumplieron su ciclo y deben ser eliminados en su totalidad, extrayéndolos de cepa para que una vez apeados, no quede el terreno lleno de tocones que, en alguna forma, condicionarán la utilización de los terrenos para otras plantaciones. Estas podrían conformar un parque sustitutivo, apelando a otras especies arbóreas diferentes”, agregó, en coincidencia con el plan de la Intendencia.
Ross destacó, además, que aunque “la presencia de los eucaliptos ha contribuido de manera importante a conformar un paisaje y un ámbito para el desarrollo de actividades al aire libre, seguramente muy apreciado por los sanduceros y demás usuarios de esos espacios verdes”, el monte “como conjunto no ofrece el valor ornamental propio de ambas especies cuando vegetan en buena forma. Por el contrario, su mal estado resulta un aporte negativo para el paisaje”. No obstante, “sería un impacto muy fuerte proceder al retiro de todos los árboles --como se considera necesario-- de una sola vez; hay que tener en cuenta la relación afectiva entre ellos y la gente que supo disfrutarlos durante largos años”.
Pero sí cree que es necesario cortarlos, tomando además como base el trabajo del ingeniero agrónomo Carlos A. Pérez, quien detectó enfermedades mortales para los eucaliptos, expresadas en sus informes del 30 de diciembre de 2011 y el 26 de julio de 2014.
“Coincidimos con el ingeniero agrónomo Carlos Pérez en que no se considera posible ningún tratamiento que pueda favorecer la recuperación de los eucaliptos, es decir, la casi totalidad”, aseguró Ross.
Ante esta situación Ross, además de hacer un diagnóstico, presentó a la Intendencia Departamental de Paysandú una propuesta para llevar adelante la poda y opinó que se hace necesario un proyecto paisajístico, al igual que otros profesionales ya consultados por la comuna departamental. Indicó que “sería conveniente conformar un sencillo plan a ser cumplido por etapas” para cortar los eucaliptos, lo que de hecho estuvo contemplado en el llamado a licitación de la Intendencia, que fue declarado desierto.
Ross analizó que se hace pertinente “la elaboración de un proyecto de parque en el que se establecerían los objetivos de uso de las distintas áreas, las plantaciones a realizar, los senderos, el equipamiento a instalar y el manejo”.
“Se retirarían todos los árboles que ocupan una fracción a determinar, una o dos hectáreas, por ejemplo, e inmediatamente de retirados los restos de árboles, cepas incluidas, se plantarían las especies sustitutivas”.
El proyecto “abarcaría todas las áreas a deforestar y sería bueno que se diseñara como una gran unidad. Desde luego, la selección de especies sustitutivas deberá hacerse en primer término por sus posibilidades de buen desarrollo en las condiciones del lugar, por sus valores ornamentales, velocidad de crecimiento y demás determinantes a tener en cuenta”.
“Este procedimiento tendría también a su favor permitir un avance que no exija grandes capacidades operativas y tal vez que el flujo de fondos para financiarlo resulte más moderado”, concluyó Ross, en su informe recientemente entregado a la Intendencia.