Deportes | 03 Dic No hubo caso. “La cancha está muy mojada todavía, y es imposible que puedan hacer fútbol”. Palabra más, palabra menos, fue la información que recibió de parte de la gente de Litoral el entrenador de la selección mayor del fútbol sanducero, Antonio Cáceres. Y, por lo tanto, el cuerpo técnico de la Blanca debió cambiar la planificación... una vez más.
Pisar la cancha principal del Parque Agustín Rivabén fue imposible, por lo que el plantel quedó bajo las órdenes del profesor José Fernández en una de las canchas de fútbol infantil del decano. Pero, claro está, no es lo mismo.
“Teníamos que hacer fútbol, pero nos dijeron que el terreno estaba blando”, se limitó a decir el técnico, como resignado. Pero está claro que la situación le complicaron la existencia porque habrá que cambiar la pisada.
Esfumada la práctica futbolística prevista, el preparador física ordenó el calentamiento con el que comenzó el movimiento, luego se trabajó en el aspecto técnico y por último, como cierre del entrenamiento planificado de apuro, Cáceres guió un trabajo en espacios reducidos. Fútbol, al fin, aunque no es lo mismo.
Burakov, engripado; Ignacio Pérez, que trabajó en la mañana por motivos laborales; y Martínez que todavía no ha confirmado cuándo se sumará o si lo hará, fueron las ausencias de la víspera en el parque deportivo de Litoral.
Hoy no quedará otra que tratar de recuperar terreno y, por lo tanto, Cáceres ordenará un movimiento futbolístico. Donde sea. Si no se puede utilizar el Rivabén, la idea es trasladarse a la cancha de Los Sauces para jugar al menos dos tiempos de 30 minutos para seguir apostando al trabajo táctico y a inculcar la idea futbolística que pretende abrazar la Blanca en la próxima Copa Nacional de Selecciones.
Y mañana, día en que se espera pisar por primera vez el Estadio Artigas, se repetirá el plato porque, dicho está, hay que recuperar el tiempo perdido.
Mientras tanto, se cruza los dedos para que se defina de una vez por todas la designación del fisioterapeuta, sobre todo porque comienza la hora de fútbol y las lesiones pueden estar a la orden del día.