Opinion | 07 Dic Dos años después de realizada la audiencia pública que exige la ley y ocho años después del momento en que vecinos de Guichón plantearon la idea, Montes del Queguay ingresó recientemente al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), bajo la categoría de “Área Protegida con Recursos Manejados”.
Los antecedentes más antiguos respecto al área datan del año 1949 cuando vecinos de Guichón y representantes de la comunidad local promovieron la creación de un área protegida en el paraje conocido como “Rincón de Pérez”.
Sobre fines del 2006, la agrupación local Creativos, en conjunto con las ONG Ceuta (Centro Uruguayo de Tecnologías Apropiadas) y ACUO (Asociación Conservacionista Uruguaya de Ornitología) y la Intendencia Municipal de Paysandú proponen a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) el ingreso de Montes del Queguay al SNAP, iniciando así el proceso de incorporación del área.
Las fechas anteriores marcan la pauta de que no solo hay mucho trabajo y conocimiento acumulado sobre Montes del Queguay, sino que también hubo una larga espera y gran satisfacción por su incorporación al SNAP. De allí la gran responsabilidad que se aproxima para la gestión del área.
Con esta incorporación ya son 12 las áreas que integran el sistema, cubriendo 180.397 hectáreas del territorio nacional (terrestre y marino).
Una de sus funciones principales es contribuir a la conservación del patrimonio natural y cultural así como reducir las presiones causadas por las actividades humanas sobre estos ambientes.
En particular, la zona conocida como Montes del Queguay, ubicada en el departamento de Paysandú, en la confluencia de los ríos Queguay Grande y Queguay Chico, fue valorada por las autoridades ambientales uruguayas por su diversidad de ambientes, que destacan por su singularidad y grado de naturalidad, así como por sus elementos de interés para la protección del ecosistema.
Con una extensión de aproximadamente 20.000 hectáreas, en el lugar están representados diferentes ambientes: tierras bajas (bañados, pajonales, lagunas, cursos fluviales), una de las mayores masas de montes ribereños naturales del país, tierras altas (sierras basálticas y bosques de cerritos asociados), arbustales o chircales, bosques parque y pastizales no inundables, y se encuentran varias especies vegetales prioritarias para la conservación.
Además, la zona fue escenario de múltiples hechos que marcaron la historia de nuestro país, por lo que a su valor natural se le suma un alto valor cultural, histórico y arqueológico. Haber ingresado al SNAP abre muchas puertas para esta área. La primera y más evidente es su puesta en valor como uno de los lugares más hermosos del Uruguay, hábitat de especies que no existen en otros lugares del país y la región y, fundamentalmente, como un lugar todavía virgen para estudiar y conocer en mayor profundidad. No obstante, nuevas oportunidades también vienen de la mano de la constancia y emprendedurismo turístico local.
Montes del Queguay es uno de los puntos fuertes de la propuesta turística de la microrregión de Guichón y ya está recibiendo grupos de personas, entre científicos y paseantes, que quiere caminar por sus senderos o fotografiar su flora y fauna, interesadas en conocer el lugar.
Esto ha llevado a que mediante un convenio entre el Ministerio de Turismo y la Intendencia de Paysandú, con apoyo financiero del BID, se construya un Centro de Visitantes que mejorará la experiencia de quienes deseen conocer el sitio.
De esta forma, Montes del Queguay contará, desde el inicio, con la infraestructura adecuada para su gestión, fruto de esta actuación coordinada y la participación de la comunidad local. Allí se construirá una recepción, baños, vestuarios y espacios donde operarán los prestadores de servicios vinculados al turismo de naturaleza.
En el área --considerada la más extensa de monte nativo del país-- se prevé desarrollar el canotaje, senderismo, avistamiento de aves y camping.
El hecho de ser ahora un “Área Protegida con Recursos Manejados”, plantea la existencia de criterios generales de manejo y condiciones de uso que establecen, por ejemplo, que serán permitidas las actividades productivas que se realizan actualmente dentro del área, estimulando actividades amigables con el medio ambiente.
Será necesario impulsar procesos de revisión de las prácticas productivas que se realizan en el área para identificar cuáles son las correctas, promover la aplicación de buenas prácticas turísticas, agrícolas, ganaderas y forestales, al tiempo de buscar mecanismos e incentivos que faciliten su aplicación. Será sustancial contar con acuerdos entre todos los actores, de forma de dar garantías del compromiso de todos con una gestión coordinada del área y la compatibilización del interés particular con el general.
Lo que Montes del Queguay puede aportar al desarrollo de la zona es mucho y lo que requiere, a cambio, bastante básico, aunque no por ello fácil menos importante: respetar su ritmo, priorizar la sustentabilidad, disfrutar sin destruir y proteger para desarrollar.