Paysandú, Miércoles 10 de Diciembre de 2014
Rurales | 06 Dic El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Tabaré Aguerre, manifestó durante el Seminario Internacional de Riego en Cultivos y Pasturas, realizado en Paysandú, que la agenda de la próxima administración no está escrita, pero en materia de riego “va por la intensificación sostenible con adaptación a la variabilidad climática”.
Durante una hora describió la agenda institucional de desarrollo del riego, en donde terminó mostrando una propuesta realizada por el Grupo de Desarrollo del Riego (GDR), a mediados de la década pasada tras una reunión en la Estación “Dr. Mario A. Cassinoni (Eemac) de Facultad de Agronomía en Paysandú, considerándolo también articulación institucional.
Reconoció a EL TELEGRAFO que le llevó cinco años construir una estrategia “y comenzar a hacer alguna cosa”, adelantando que en la próxima administración “ojalá los uruguayos podamos incorporar el agua en la agenda de las infraestructuras que se necesita desarrollar en Uruguay”. Sonriendo al manifestar que “lo que este ministro no pudo terminar lo tendrá que seguir el otro”, aclaró que “en donde menos hemos avanzado, fue en poner en la agenda de los institutos de capacitación y el Inefop el riego como un tema central”.
DESARROLLO
El desarrollo del riego en Uruguay históricamente ha sido a impulsos, “muchas veces discontinuo”, por una muy sencilla razón, “somos un país en donde llueve mucho. De hecho, hablar de riego después que llovieron alrededor de 200 milímetros y hemos perdido parte de la producción cerealera, para quien no esté metido en la producción puede parecer algo extraño”, dijo Aguerre.
Consideró que históricamente el riego “no fue rentable, salvo aquellos cultivos que no se pueden desarrollar sin agua, como el arroz o la caña de azúcar. Después el riego se incorporó para garantizar la uniformidad de la producción en citrus o frutales”.
Para el secretario de Estado, en 2003 o 2004 “poner un equipo de riego pívot costaba 1.500 dólares por hectárea y ésta costaba 300 dólares. Hoy el sistema de riego vale 2.500 dólares y la hectárea agrícola más de 7.000. La relación de lo que hay que invertir sobre el valor de la tierra, es mucho menor. Si a eso le sumamos que cada vez incorporamos más tecnología y arriesgamos más, es fundamental tratar de no depender si llueve o no”. Eso determinó que en los últimos años, “en Uruguay pasáramos de tener entre 15 a 20 pivotes de riego, a más de 300 equipos en cinco años”.
ESTRATEGIA
“Lo que debemos construir es una estrategia de desarrollo de riego”, dijo el ministro. “Porque Uruguay es rico en agua pero no la aprovecha, dado que aprovechamos menos del 4% del agua que escurre. Hay posibilidad de hacer embalses en muchos lugares”, acotó.
Según Aguerre, se ha desarrollado una política a cuatro niveles: “A nivel de pequeños y medianos productores familiares se han aplicado 34 millones de dólares en agua (para riego o para el ganado); los financiamientos de represas medianas, con lo cual hemos acordado con el BROU un financiamiento de hasta 20 años de plazo y sin límite para obras de desarrollo de riego de acuerdo a los lineamientos estratégicos que definió el MGAP”.
“Hemos modificado la ley de promoción de inversiones para beneficiar todas aquellas inversiones en riego. Un proyecto que exonera tributariamente 40% en maquinaria agrícola, exonera 65% si es riego, significando que hay una decisión política de promover la inversión en riego”. También “hemos enviado un proyecto, que está a estudio del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, que modifica la ley de riego. Hemos priorizado en la agenda de investigación del INIA tres grandes aspectos: riego, campo natural y fortaleza en la plataforma de investigación de salud animal”, expresó.
TIPO 4
Durante su exposición en el seminario, Tabaré Aguerre se refirió a las represas “que todavía no hay en Uruguay”, denominadas Tipo 4. “Las estratégicas y regionales y donde su uso no tiene por qué ser exclusivamente para el riego”, dijo. Como ejemplos, citó que la cuenca más agrícola del Uruguay es la del río San Salvador. “Allí se está llenando de pequeñas represitas que se hacen para poner dos o tres pivotes. En realidad, si hacemos tres grandes represas en la naciente del San Salvador, lo que vamos a hacer abriendo la válvula en el verano, es cambiar el caudal que naturalmente tiene ese río de 1.100 o 1.200 litros por segundo, a 12.000 o 15.000 litros por segundo”.
En definitiva, para el secretario de Estado, lo que se debe hacer “es captar el agua en donde es estratégico, no dejando tierra agrícola apta inutilizada por un embalse, que siempre será menos eficiente que el otro, y en todo caso utilizar sistemas individuales o multiprediales a lo largo de las dos riveras del río San Salvador”. Manifestó que la Dinagua tendrá como problema, “9.000 litros de agua por segundo más que lo que tiene hoy para otorgar el permiso de toma de un riego que hoy está agotado”.
Además de tener esa visión para la zona, también “la tenemos para la Cuenca del Arapey que viene conversada desde hace años, además de incorporar uno en la cuenca del río Yi”. “Tenemos el análisis de prefactibilidad terminado en el río Olimar, al norte de la ciudad de Treinta y Tres, que se llama represa de Palo a Pique, que hoy tiene pronto el diseño y en donde los usuarios se tiene que poner de acuerdo”, dijo.
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