Paysandú, Miércoles 10 de Diciembre de 2014
Locales | 07 Dic “Y por el poder de una palabra / vuelvo a vivir / nací para conocerte / para cantarte / Libertad”. El poema del francés Paul Eluard vino a la memoria cuando Julio Rocco, primero, y María Julia Burgueño, después, recordaron las palabras del capitán Hermenegildo Alarcón el 6 de diciembre de 1864 cuando, a la hora 14, una bomba de las fuerzas invasoras brasileñas dio de lleno de la estatua de la Libertad.
En la víspera, puntualmente a las 10.30, cuando la historia afirma que comenzó el bombardeo contra Paysandú, se inició el acto de colocación de la piedra fundamental del basamento del Monumento a la Libertad, que será reinstalado el 15 de junio del año que viene.
El acto se inició de manera simultánea desde cinco locaciones diferentes. La plaza Constitución, donde se llevó a cabo el acto propiamente dicho; la explanada del puerto; playa Park; la zona industrial y 18 de Julio entre Montevideo y 33 Orientales.
Sirenas, campanas y cañonazos iniciaron el acto. En la plaza, las campanas de la Basílica Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo se mezclaron con el sonido de las autobombas del Destacamento de Bomberos. Al final, el tañido de las campanas recogió las notas de la Sinfonía Nº 9 de Beethoven, en IV Movimiento, “Oda a la alegría” sobre textos de Friedrich Schiller.
De manera simultánea, en la zona industrial, las sirenas de las fábricas Paycueros y Azucarlito se hicieron oír a máximo volumen. Y en el centro de la ciudad, la sirena de EL TELEGRAFO hizo lo propio. Representaron la ciudad quedando en alerta, ante la inminencia del ataque de aquel lejano 6 de diciembre de 1864.
De inmediato sonaron los primeros cañonazos de salva, desde la explanada del puerto, por el Servicio de Armamento de la Armada Nacional, en representación de los primeros proyectiles de cañón sobre la ya sitiada plaza sanducera.
Desde playa Park, el grupo “Las Piedras” de Artillería 105 milímetros Nº 3, de Paso de los Toros, también lanzó una ronda de salva de cañones. Representó la respuesta de los sitiados, defendiendo la libertad --ni más ni menos-- ese preciado valor cuya estatua, fue destruida pocas horas después.
En plaza Constitución, los integrantes del Grupo Pro Recuperación de la Estatua a la Libertad, el intendente Bertil Bentos, el diputado Walter Verri, el prefecto de Puerto, capitán de Fragata (CG) Wilson Espíndola, el jefe del destacamento de bomberos, subcomisario José Severo, otras autoridades y público aplaudieron, pensando seguramente en aquellos cientos de personas que en aquel aciago diciembre respondían el ataque sin pensar en rendirse, poniendo como garantía de la libertad sus propias vidas.
Sonó el clarín entonces, en playa Park y en la plaza principal de la ciudad. Sonó a silencio, sonó a honra.
“EMBLEMA DE LOS IDEALES DE NUESTROS HÉROES”
“Hace exactamente ciento cincuenta años, a esta misma hora, comenzó el bombardeo sobre la ciudad de Paysandú”, dijo Julio Rocco, integrante del grupo y primer orador en una mañana soleada y calurosa. “Conmemorando esta fecha la comisión pro monumento a la Libertad tiene la inquietud de recuperar para el acervo histórico una obra que fue el máximo símbolo de los ideales que enarbolaron los heroicos defensores”, agregó.
Contó que “en 1859 Basilio Pinilla encargó la construcción en esta plaza que hoy llamamos Constitución, de un monumento a la Libertad, sobre un basamento de aproximadamente 3,50 metros de altura. En tres de sus caras mandó escribir ‘La educación es la base de la libertad’, ‘La Constitución asegura todas las libertades’ y ‘Consagremos la Constitución’. En la otra cara, la fecha --1859-- y coronando el basamento la figura femenina simbolizando la Libertad”.
“Un proyectil de la escuadra brasileña, disparado a las 2 de la tarde del día de hoy, hace saltar en pedazos el monumento”, indicó Rocco más adelante. “El general Gómez estaba con sus ayudantes en una esquina de la ciudad. Al ver volar los fragmentos, el capitán Hermenegildo Alarcón dice: ‘Mi general, los brasileños han muerto a la Libertad’. Y el general contestó: ‘Levantaremos nuevamente esa estatua sobre una pirámide hecha con las balas del enemigo’”.
“Este monumento era el emblema de los ideales de nuestros héroes, inmolados por la patria que hoy disfrutamos. La educación es la base de la libertad, la Constitución es la segunda de las libertades. Observemos la Constitución para que siempre los recordemos a ellos y a sus enseñanzas”, agregó antes de anunciar que “proponemos su reconstrucción con el aporte soberano de la ciudadanía sanducera”. “Se van a emitir bonos de colaboración con un valor de 50 pesos a cambio del que se entregará a cada comprador un librillo publicado por EL TELEGRAFO hace años, en el que figura una cantidad de recuerdos de la Defensa”.
“MUCHO MÁS QUE UN MONUMENTO”
María Julia Burgueño, además de integrante del grupo, directora de Museos y Patrimonio, retomó la célebre frase “mi general, los brasileños han muerto a la Libertad” y aseguró que fue incluida en “un comunicado militar con un fuerte y contundente mensaje que nos habla de guerra, posiciones enfrentadas, enemigos y valores, pero también nos habla de arte”.
“El monumento fue una pieza artística para cuya construcción se juntaron tres factores: la autoridad política del momento, el modernizador de nuestra villa para convertirla en ciudad, don Basilio Pinilla, los hermanos Poncini como constructores y el escultor José Livi”.
“Fue mucho más que un monumento, fue mucho más que una estatua. Fue la conjunción de obra artística, mandato político y sentimiento. Fue la conjunción de hombres y mujeres, de materiales y de ideas”, aseguró Burgueño.
“ME SIENTO MUY ORGULLOSO”
“Me siento muy orgulloso”, expresó Bertil Bentos, el último de los tres oradores. “Uruguay debe buscar su historia en sus mujeres, en sus hombres, en sus raíces. Por eso celebro estar aquí, porque Paysandú siempre ha hecho camino en ese sentido”, agregó.
“De la mano de los cronistas, de los historiadores, pero también de los ciudadanos como los integrantes de este grupo, quienes han tenido la idea de recuperar el monumento a la Libertad”, la historia sanducera “se mantiene, se recupera”, indicó.
“Desde un primer momento estuvimos con ellos, con su idea, su empuje y compromiso, que no es otro que el compromiso con la identidad uruguaya y sanducera”, aseguró Bentos. “Por eso hoy comprometo a toda la ciudadanía a acompañarnos en la concreción de este monumento, símbolo de lo que nunca debemos perder: la libertad”, subrayó.
UN CUBO DE HORMIGÓN
Finalizando el acto, se realizó la colocación propiamente dicha de la piedra fundamental, un cubo de hormigón que quedó enterrado en el lugar donde se espera, en junio venidero, sea inaugurado el basamento. A las 10.57 unieron esfuerzos para colocar la piedra fundamental Bertil Bentos, Walter Verri, Julio Rocco, María Julia Burgueño, Andrés Oberti, Mario Dorfman, Milton Carballo y Rubens Stagno. De nuevo los aplausos, pero esta vez cerrando el acto. Un aplauso por Paysandú. Por su gente. Por esta y por aquella. Por quienes, como expresó Julio Rocco, no sucumbieron, no entregaron Paysandú, sino que pelearon hasta el final. Bravos defensores del bravo Paysandú. Hoy, como ayer.
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