Opinion | 09 Dic El próximo viernes 12 se realiza la décima edición de Museos en la Noche, una movida cultural que llegó para quedarse y que año a año suma público, a la vez que nuevas y muchas veces originales propuestas pasan a integrar intenso programa de actividades que se desarrolla en todo el país.
De acuerdo a datos de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura, a lo largo de estos 10 años unas 700.000 personas han participado en las actividades que se proponen en las más de 100 instituciones participantes en cada edición.
No es Uruguay el único país del mundo que realiza este tipo de actividad, sino que similares propuestas se desarrollan en más de 30 países desde hace más de 12 años, hecho que nos coloca en el mapa mundial de una de las fiestas más populares y esperadas por el público.
El objetivo fundamental de Museos en la Noche es la puesta en valor del museo y su acervo y el incentivo al disfrute del público, ofreciendo además visitas guiadas o propuestas artísticas.
La propuesta se ha convertido hoy por hoy en la fiesta por excelencia de la cultura artística y patrimonial de los museos, en la que más de un centenar de instituciones museísticas abren sus puertas al público en un horario no habitual. Se trata de una acción de impacto con una importante difusión que moviliza más de 80.000 visitantes cada año.
Tener visibilidad y suscitar interés es importante para los museos, la mayoría de ellos acostumbrados a ser las cenicientas de los presupuestos públicos junto con las bibliotecas y los archivos, aunque allí se conserve y preserve parte sustancial de la memoria colectiva y el patrimonio que hace a nuestra identidad como nación.
Nuestro país cuenta con una tradición museística importante, pero hasta ahora bastante desconocida en cuanto a su acervo, funcionamiento y necesidades. En los últimos años se ha venido trabajando activamente y finalmente fue aprobada una Ley de Museos y la creación de un Sistema Nacional de Museos, cuyo objetivo es promover la profesionalización y el fortalecimiento institucional de los más de 220 museos uruguayos.
Seguramente por aquello de que no se quiere lo que no se conoce, la difusión del patrimonio representa uno de los medios más efectivos para protegerlo y conservarlo, además de conseguir que las personas conozcan más de su entorno y tengan actitudes de respeto hacia sus bienes patrimoniales y culturales.