OPINIÓN

Locales | 14 Dic Señor Ernesto Murro:
Son muchas las jubiladas de la fábrica Paylana en mi misma condición, por eso quiero expresarle algunas palabras.
No es justo meter la mano en el bolsillo de los que ya estamos viejos y no podemos hacer huelgas, porque si no cobramos, no podemos pagar el almacén, la luz, el agua y comer. Se nota que usted sabe muy poco de matemáticas y sobre el costo de la vida, que no subió un 11%, sino que subió un 50%. Claro, usted no lo nota, ya que su sueldo no baja de $ 70.000.
Nosotras trabajamos 35 años en invierno y verano, con 34 grados, cuando eramos unas gurisas. Y lo peor eran nuestros superiores italianos, que venían de la guerra. Pregúntese usted qué trato recibíamos, pero teníamos que soportarlo para poder comer todos los días.
Por eso, cuando usted aumenta la jubilación y pensión a $ 8.300 está bien, aunque hay muchos jubilados que ni siquiera agarraron una pala en su vida, lo acepto. Pero si paga $ 10.000, creo que no debe separar a las personas, no somos ovejas, debe dar esos pesitos para todos los que pusimos el hombro en Uruguay.
Usted trabaja más liviano, pero sucio, llegar a meter las manos en el bolsillo a los viejos es lo peor que puede hacer. Nosotros, los uruguayos, somos infelices, tímidos o mejor dicho “guampudos”, porque agarramos esa limosna. Bueno, Ernesto Murro, creo que va quedando un poco claro qué quiero decir.
Todavía queda en el tintero, por ejemplo, qué pasaría si usted a este empleo lo tuviera en Argentina, donde son más rebeldes, seguramente hace rato qué estaría en el sobretodo de madera.
Le reitero que sabe usted poco del costo de vida. Mientras usted brinda con su bebida preferida, muchos viejitos lo hacemos con jugo de naranja. ¡Qué triste es tener a gente como usted al mando de nuestro dinero! Pero Dios es justo.
Los viejos comemos lo que podemos y no lo que queremos, pero tal vez con el correr del tiempo, sea usted quien tenga que hacer esta nota a los de su sindicato, quienes ahora no quieren que usted se vaya, claro, porque están muy acomodados. Pero pregunte a los que cobramos tan solo $ 10.000, después del esfuerzo de tantos años, veremos si no lo vemos juntar papeles contra el viento.
Zulma